En un complejo que data de los años 50, en un exclusivo barrio de La Habana, el angoleño Licinio Tavares se esfuerza a su máxima capacidad para recuperar algo de motricidad con ayuda de los métodos alternativos del CIREN, un centro reservado para extranjeros, información presente en un reportaje de la AFP.
“!Derecha! !Izquierda!” acostado boca arriba en un gimnasio, este hemipléjico de 78 años mueve con dificultad las piernas flexionadas de un lado al otro, asistido por un joven y corpulento entrenador.
El Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) fue Inaugurado hace 27 años, es uno de los iconos de la medicina cubana.
Así como otras instituciones especializadas, fue creado exclusivamente para atender a extranjeros, en una Isla cuyo régimen dictatorial ha logrado convertir la venta de servicios profesionales, especialmente los relacionados con la salud, en su principal ingreso (cerca de unos 10.000 millones de dólares anuales).
Aunque visiblemente anticuado, el ambiente del centro no tiene punto de comparación con los hospitales cubanos tradicionales que, aunque gratuitos, carecen muchas veces de los recursos necesarios.
Este centro está ubicado en el barrio de Siboney, en el oeste de La Habana, cuenta con equipamiento ultramoderno, un parque sutilmente sombreado por framboyanes, salones climatizados, piscina exterior, restaurante buffet, y un personal de amplia trayectoria, conformado por exdeportistas de alto nivel.
Durante el período de prosperidad que siguió a su inauguración, el CIREN contó entre sus pacientes a varias personalidades de renombre latinoamericanas, entre ellas el expresidente mexicano Vicente Fox y el exfutbolista Diego Armando Maradona.
Pero sus encargados reconocen que en los últimos tres años ha habido una disminución de clientes, que relacionan directamente con la crisis internacional y a los trabajos de remodelación que ejecutan en la estructura.
A finales de septiembre, el centro atendía a 34 extranjeros, siendo esto un tercio de su capacidad total.
En un intento por salir ilesos de esta situación, el CIREN activó una estrategia de reconquista, que incluye una ofensiva en la redes sociales, la actualización de su sitio web, la búsqueda de nuevos convenios con agencias extranjeras, y abrir sus puertas a los periodistas extranjeros.
Con información de Agencias
