La alerta de ciclón está encendida en Cuba, pero para los cubanos esto es un llamado a la guerra más que a la precaución.
Varios guantanameros han resguardados a sus familias en sitios seguros pero se devuelven a sus hogares para tratar de salvar lo poco que tienen ante la inminente llegada del huracán Matthew que amenaza con llevarse todo a su paso.
María Luisa Chacón es una de las tantas cubanas que ha tenido que dejar a su familia a salvo para combatir contra la naturaleza y evitar ser victima una vez más de un huracán.
“Aquí en este barrio periférico, yo misma fui una víctima cuando el huracán Sandy, que no me dieron nada para reparar mi vivienda. Esto está en mal estado. Aquí no se puede quedar nadie pero hay algunas personas que nos quedamos para proteger la casa de nosotros, amarrándola y eso a ver si no se la lleva”
El paso de estos huracanes resulta más peligroso debido al deterioro constructivo de las viviendas en muchas de las provincias del país.
Como medida de precaución, algunos vecinos han comenzado a desmontar sus techos de zinc y fibrocemento, que son muy frágiles a los vientos de más de 200 km/h que emana el huracán.
“Han desmontado el techo por el miedo que le tienen a la fase recuperativa”
Esta fase recuperativa es a lo que viene después del desastre. En un país donde se economía ha sido desbastada por un modelo político ineficaz, sobreponerse a una calamidad de este tipo es casi imposible.
“Conozco gente que ha estado 8, 10 y hasta 12 años albergados después de un ciclón”
Se espera que el huracán Matthew toque suelo cubano en las próximas horas.
Con información de Martí Noticias