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La Semana de la Moda cubana, entre cuatro paredes

Como París, Londres, New York y muchas otras ciudades del mundo, La Habana tiene desde el pasado año su Semana de la Moda | somosjovenes
Semana de la moda en La Habana/ Créditos: Autor: Alejandro A. Madorrán Durán
Semana de la moda en La Habana/ Créditos: Autor: Alejandro A. Madorrán Durán

Resulta arriesgado hablar de moda cubana cuando en la Isla las producciones importadas y las tendencias foráneas rigen el vestir y eclipsan, casi en su totalidad, los diseños nacionales. En un incipiente esfuerzo por cambiar esa realidad, la Segunda Semana de la Moda en La Habana, que culmina este domingo, intenta acercar al público a las creaciones de los diseñadores cubanos.

El evento, con sede en el Gran Teatro de La Habana, se propuso mostrar la obra de 60 artesanos; entre ellos, Mario Freixas, Lourdes Trigo, Alexander Rodríguez, Mercedes Oviedo, Yosvany Martínez, Salomé Morales y Evidio Perdomo.

Con el auspicio de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) y el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), el programa de la Semana de la Moda ha incluido 40 desfiles, algunos con temáticas específicas como trajes de novia, de baño y moda infantil.

El presidente de la ACAA, Dámaso Crespo, aseguró que la Semana ha reunido “a todos los actores implicados en la moda” cubana y agregó que se trata de “un evento importantísimo que ha marcado pautas y llegó para quedarse”.

Por su parte, la diseñadora Salomé afirmó que la diversidad que ha confluido en los desfiles es algo “inédito”. Hasta ahora ha resaltado el trabajo en tejidos como gaza y lienzo; acompañados por creaciones en el calzado, el trabajo en piel, parche, la marroquinería, la orfebrería y la bisutería.

En la pasarela destacó el homenaje a la reconocida artesana Carmen Fiol, con la presentación de 15 piezas de la guantanamera, quien ha vestido a “altas personalidades” de Cuba y otras naciones.

Para la clausura se ha reservado, entre otras propuestas, un desfile de Tríada, que reúne al grupo Guaysa, al premio nacional de Artes Plásticas 2009 Nelson Domínguez y al proyecto de joyería Pouvet.

¿Un evento de moda para todos?

La Semana de la Moda, con una modesta pasarela en el tercer piso del Gran Teatro de La Habana, no puede competir con las grandes fashion weeks de Nueva York, Londres, Milán o París, como es lógico.

Pero el evento tampoco ha conseguido tan siquiera atraer un público numeroso. Mientras la presencia de Chanel en La Habana atrajo a cientos de curiosos al Paseo del Prado, no parece que el público de la Semana de la Moda vaya más allá de los involucrados en ese mundo en la Isla.

Uno de los factores que contribuyó a que así fuera fue la poca capacidad de la sala, reducida más aún por el número de asientos reservados a invitados. Aunque este tipo de evento no se caracteriza por el acceso masivo a las pasarelas, si el objetivo de la Semana de la Moda en La Habana era llegar a la mayor cantidad de público posible, los organizadores debieron buscar alternativas fuera de las cuatro paredes del Gran Teatro.

Tampoco fue acertada la elección de la sede de la ACAA, en la calle Obispo, para vender las entradas, cuando en la misma taquilla del teatro hubiesen estado al alcance de un público más diverso.

No obstante, no se puede menospreciar la importancia que tiene este evento para los diseñadores cubanos y sus seguidores. Aunque como parte de la Feria Internacional de Artesanía se realizaban desfiles para mostrar la contribución cubana a “la cultura del vestir”, el mayor impacto llegó con la Primera Semana de la Moda, en 2015.

Los modos de la moda en Cuba

Por otro lado, el lema “Artesanía e Identidad” resulta apropiado para regir la Segunda Semana de la Moda. Cubanía y tradición han sido dos características de la moda nacional muy defendidas por los diseñadores. De igual forma, la moda cubana sigue apelando a técnicas como el ganchillo o crochet, el patchwork y el tejido macramé.

Sin embargo, ese carácter artesanal, sumado a los obstáculos que enfrentan los diseñadores para realizar sus creaciones, encarecen el producto final. La inexistencia de una industria textil y de un mercado de materias primas para la producción mayorista limita a los creadores, que tienen dificultades para adquirir desde un botón hasta determinadas telas e hilos.

Las condiciones económicas del llamado “Periodo Especial”, dieron al traste con proyectos como Contex, Nueva Línea, Quitrín, el Taller Experimental de la Rampa, entre otros, que intentaban potenciar una moda cubana. En la actualidad, no se puede hablar de una industria de la moda en Cuba que canalice el trabajo de los diseñadores.

Existen algunas tiendas abiertas por los diseñadores gracias a iniciativas personales con el apoyo de la ACAA o el FCBC. No obstante, sus prendas no compiten ni en cantidad, ni en precio, con las importadas.

Publicado originalmente en Diario de Cuba 

Written by Diario de Cuba

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