
Si todavía tienes un Galaxy Note 7 de Samsung, y piensas llevarlo en un avión, piénsalo dos veces: no sólo está prohibido por las autoridades estadounidenses, sino que ahora consiste en un delito federal.
El pasado viernes, la Administración de Seguridad de Tuberías y Materiales Peligrosos (PHMSA, por sus siglas en inglés y la Administración Federal de Aviación (FAA), prohibieron que el teléfono sea llevado a bordo de un avión, incluso si está apagado.
Pero lo que pocos saben es que la regulación de la FAA fue emitida bajo una Restricción de Emergencia / orden de prohibición, y quienes la violen estarían cometiendo un delito federal.
Esa violación estaría “sujeta a penalidades civiles de hasta $ 179,933 por cada violación por cada día que se encuentran en violación (49 USC 5123),” y podrían ser procesados, lo que podría “resultar en multas bajo el título 18, prisión de hasta diez años, o ambos (49 USC 5124)”.
En otras palabras, a partir del mediodía del 15 de octubre está terminante prohibido subir un Samsung Galaxy Note 7 en un avión.

La orden restringe a los pasajeros a llevar el teléfono “en su persona, en el equipaje de mano, en el equipaje facturado, o como carga”, y dice que cualquier persona que lleve consigo uno sin darse cuenta en un avión debe apagarlo inmediatamente. También se requiere que los transportistas de “denieguen el embarque a un pasajero en posesión” del teléfono.
Aerolíneas en Australia, Asia y Europa también han prohibido llevar el teléfono en aviones.
Samsung recogió 2,5 millones de teléfonos en septiembre tras quejas de que las baterías explotaban, en ocasiones quemando a los usuarios del dispositivo.
