Un hombre cubano de 62 años de edad fue detenido por oficiales de la policía de Hialieh la tarde del miércoles cuando regresaba a su vivienda luego de cometer el cuarto robo a un banco.
Santiago Navas-Rodríguez, era activamente buscado por los detectives luego de asestar de manera exitosa cuatro robos a distintas entidades bancarias en esa ciudad de Florida en el periodo de un mes aproximadamente.
Según el vocero de la Policía de Hialieah, Eddie Rodríguez, los robos se cometieron en un área circundante a donde residía el cubano y por eso lograron arrestarlo.
“Lo que no se esperaba es que cuando llegó a la casa lo esperaban dos detectives de la policía de Hialeah”
Para Rodríguez, el sexagenaria sabía que sería atrapado por la manera en como realizaba los robos y la ubicación de su hogar.
“Uno no sabe lo que tiene metido en la cabeza, no hay algo científico para saber porqué este hombre decidió hacer lo que estaba haciendo. Pero por la manera que estaba actuando se sabía que lo iban a atrapar”.
Según especificó el funcionario, Navas-Rodríguez tienen un amplio prontuario criminal que se remonta hasta 1985 e incluye al menos 20 arrestos en el Condado Miami-Dade.
En ese largo currículo delictivo hay causas por robos con agresión, robos a mano armada, robo de vehículos, manejar con una bebida alcohólica abierta en el carro, resistirse a un arresto e intento de secuestro.
Según reseña el portal El Nuevo Herald, el asalto del Bank of America que terminó el 19 de octubre con la racha de Navas-Rodríguez fue una copia de los tres anteriores: El hombre entró al banco camuflado con una gorra anaranjada, gafas de sol y camisa gris, dijo que estaba armado, exigió a un empleado que le entregara el efectivo, y salió caminando como si nada.
Todos los robos ocurrieron a plena luz del día.
Tras su arresto, Navas-Rodríguez fue interrogado por el FBI y se encuentra bajo la custodia de esta agencia federal, precisó Rodríguez.
De acuerdo al FBI, robar un banco puede conllevar a una sentencia en prisión de hasta 25 años.
Con información de El Nuevo Herald