La Policía brasileña arrestó el miércoles al exdiputado conservador Eduardo Cunha, promotor del impeachment contra Dilma Rousseff, involucrado en el gigante escándalo de corrupción en Petrobras que también tiene bajo advertencia al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, reseña la AFP.
La detención del funcionario, que como presidente de la Cámara de Diputados llegó a ser segundo en la línea de sucesión presidencial, fue solicitada por la procuraduría ante la posible fuga o de que intentara obstaculizar las investigaciones de los procesos abiertos en su contra. Según la institución afirma en un comunicado:
“La libertad del exparlamentario representaba un riesgo para la instrucción del proceso, el orden público y también existía la posibilidad concreta de fuga en virtud de la disponibilidad de recursos ocultos en el exterior”
Cunha, de 58 años de edad, fue detenido en Brasilia y trasladado a Curitiba (sur), donde está a disposición del juez Sergio Moro, quien lidera las causas que investigan a sospechosos sin fueros privilegiados.
No ha pasado mucho desde que este hombre fuese amo y señor de la agenda política de Brasil, este economista y creyente evangélico fue destituido en septiembre por ocultar cuentas bancarias en Suiza, en otro capítulo de la larga crisis política que maltrata al país.
Moro solicitó su captura por un caso que investiga si recibió 1,5 millones de dólares desviados de Petrobras por una compra de derechos para explorar un campo petrolero en la República de Benin, África, que tuvo un costo de nada más y nada menos que unos 34,5 millones y fue absolutamente infructuosa.
Los investigadores sostienen que Cunha realizó delitos contra el Estado y que lavó dinero “en forma reiterada, profesional y sofisticada”, con “empleo de la extorsión” y el empleo de “cuentas secretas en el exterior para ocultar y disimular el producto de sus crímenes”.
Cunha calificó su detención de “absurda”, en un breve comunicado que difundió por las redes sociales.
Con información de Agencias.
