Ser periodista en Cuba es una de los profesiones más arriesgadas que hay, y eso se evidencia por el acoso al que son sometidos los reporteros independientes que intentan realizar un trabajo distintos y real, a diferencia de los medios estatales que le rinden pleitesía a la dictadura comunista.
Recientemente, el Instituto para el Reportaje de Guerra y de Paz (IWPR), entrevistó a varios periodistas independientes en Cuba para profundizar en este universo de represión y censura.
Según informaron, en Cuba cada 45 horas se agrede a un comunicador y cada 45 minutos se arresta a una persona por motivos políticos.
La reportera María Matienzo del portal Diario de Cuba, expresó que como profesionales deben ir más allá de lo que el régimen intenta esconder sin importar las consecuencias.
“Podría resumir mis retos en una sola línea: tenemos que empezar a ser más profesionales, lo que implica dejar la queja, el lamento atrás y profundizar en temas que hasta el momento han quedado en lo anecdótico”
Según la Asociación Pro Libertad de Prensa, en lo que va de año, el régimen a agredido a 145 comunicadores.
La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), por su parte, ha documentó 8 mil 505 detenciones políticamente motivadas entre enero y septiembre del presente año, una detención cada 45 minutos.
Frank Correa, escritos y periodista independiente, afirmó que los retos para los profesionales de la comunicación son “el autoritarismo y totalitarismo”.
“Los retos más grandes que enfrentan los periodistas en Cuba es el autoritarismo y totalitarismo del sistema socialista, que impone al periodista una serie de barreras desde la libertad de expresión y de información, pasando por la censura y la intimidación de fuentes, hasta la persecución, el acoso y la amenaza de privación de libertad”
Lo que es un hecho es que a pesar de los diferentes obstáculos a los que se enfrenta el nuevo periodismo cubano, el anhelo de la mayoría de los periodistas por contar historias ignoradas y deslindarse del periodismo oficial y opositor es grande.
Con información de Animal Político