La Unión Europea acordó el jueves frenar los flujos migratorios hacia su territorio al hacer labores de refuerzo de los controles fronterizos, así como la aceleración de las jornadas de deportación y convenios con los principales países de origen de la migración clandestina.
“Hacen falta más esfuerzos para detener los flujos de migrantes irregulares, particularmente desde África, y para mejorar las cifras de retornos”
Aseguraron los líderes del grupo de los 28 mientras se celebraba una cumbre en Bruselas.
Especialmente se estima que el gobierno griego aplique medidas para movilizar los procedimientos de expulsión hacia Turquía, como está pautado en el acuerdo firmado entre ese país y la UE a inicio de este año.
Según el convenio, Ankara acepta recibir a todos los inmigrantes que lleguen ilegalmente a las islas griegas provenientes de la costa turca, a cambio de que la UE reubique en su territorio a un número equivalente de sirios reconocidos como refugiados.
El principio de aceptación de migrantes expulsados por la UE está también en el centro de los tratados bilaterales firmados por la mancomunidad con países africanos, específicamente de donde son originarios la mayoría de los migrantes clandestinos. Por lo cual los integrantes se comprometen a:
“intensificar la implementación operacional”
de dichos pactos y a aplicar
“todas las políticas, instrumentos y herramientas europeas relevantes, incluidos el desarrollo y el comercio”
Logrando así presionar a los países africanos a prevenir la migración ilegal.
Federica Mogherini, la jefa de la diplomacia europea deberá exponer en el mes de diciembre una primera evaluación de la eficacia del plan, con miras a extenderlo a más países.
Finalmente, los líderes europeos apelan por una “rápida adopción” de la evaluación de las reglas del espacio Schengen de libre circulación, según la cual todas las personas que traspasen las fronteras externas europeas deberán responder a un detallado control de documentos, incluyendo a los ciudadanos europeos.
Al mismo tiempo, reafirman su invitación por más solidaridad en el seno de la UE, con el objetivo de distribuir la carga migratoria de manera más equilibrada, aunque sin ejercer medidas de presión a los países que se oponen al esquema de reubicación aplicado desde hace un año.
Con información de Agencias.
