En Cuba, el régimen castrista no da tregua. No solo los periodistas independientes pasan la ‘mar negra’ para cumplir sus labores con profesionalismo. A los científicos y académicos, también les toca lo suyo, cuando sus ideales no son complacientes con la férrea dictadura cincuentona.
En esta oportunidad, le ha tocado el turno al científico y profesor universitario, Ariel Ruiz Urquiola, quien tras haber sido expulsado de la Universidad de La Habana por no comulgar con el régimen de Castro, fue detenido en horas de la mañana del jueves pasado, al realizar una protesta pacifica frente al Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR), mientras exigía un tratamiento médico para su hermana.
También puede leer: Expulsado de la Universidad de La Habana por no comulgar con el régimen
Hoy, el Dr.Urquiola cumple tres días de protesta pacífica frente al mencionado instituto. Este doctor en Ciencias Biológicas continua demandando la dosis del anticuerpo monoclonal que necesita su hermana para un tratamiento contra el cáncer.
Entretanto, el director del INOR, en una breve entrevista con Ariel en la mañana del sábado, le informó que el medicamento se le administraría a su hermana el martes de la semana entrante, pues ya había llegado a Cuba.
Sin embargo, la situación planteada por el director del, queda en entredicho, por cuanto supuestamente el lunes no se le podría suministrar porque “existen más pacientes en espera”, según refirió el funcionario.
No obstante, el argumento es incongruente para el Dr. Ruiz Urquiola pues su hermana, en la presentación actual que posee el Trastuzumab, normalmente se lo administra ella misma sin necesidad de enfermera o doctor que la asesore.
Ante posibles dudas, el Dr. Ariel refiere que solo terminará la huelga de hambre y de sed, cuando su hermana tenga el medicamento en su mano.
También puede leer. Científico expulsado por el régimen es detenido por protestar
A la fecha, el Dr. Ariel ha sido detenido en dos ocasiones, entre los días 3 y 4 de noviembre. En la madrugada del viernes la Seguridad del Estado interpeló al biológo y a sus acompañantes, quienes persisten en apoyarlo en su causa, tratando de expulsarlos del lugar donde se encontraban.
Para aquel momento, la justificación que esgrimian los funcionarios, era que el Dr. Ariel, no debía continuar con la huelga de hambre y de sed, puesto que el medicamento llegaría a la Isla en dos meses.
Con información de cubanet
