El opositor Miguel Ángel López, fue condenado por el Tribunal Municipal de Guantánamo a un año de cárcel al no poder pagar una multa de doscientos pesos corrientes (CUP) equivalente a unos ocho dólares.
Lo absurdo de esta situación no es solamente que por ocho dólares una persona tenga que cumplir una sanción de un año de privación de libertad, sino que Miguel Ángel López Herrera fue multado inicialmente por reclamar en la vía pública, con un cartel, que le concedieran trabajo, un derecho que el castrismo niega sistemáticamente a los opositores pacíficos, a quienes discrimina violando su propia Constitución, que en su artículo 45 señala: “El trabajo en la sociedad socialista es un derecho, un deber y un motivo de honor para cada ciudadano”.
La esposa del encarcelado opositor, Tamara Basulto, catalogó la condena como injusta y se declaró en huelga de hambre desde el pasado 21 de octubre, día de la setencia, hasta que el régimen revierte la sentencia.
Debido a su estado de salud hace cuatro días que Miguel Ángel se encuentra en la sala de penados del hospital provincial de Guantánamo, lugar al que no ha podido entrar su esposa para verlo debido a la negativa de la Seguridad del Estado.
Miguel Ángel López Herrera es Licenciado en Informática y antes de haber sido sancionado por primera vez hace algunos años fue profesor. Desde hace más de cinco años realiza acciones públicas de denuncia sobre las violaciones cometidas por el gobierno contra derechos humanos elementales, por las que ha sido multado varias veces.
Según su esposa, Miguel Ángel pidió al tribunal que le impusieran una sanción de trabajo correccional sin internamiento para poder trabajar y pagar la multa pero el tribunal se negó a acceder a ello. Miguel Ángel tiene dos hijos menores de edad y su actual esposa está embarazada.
Con información de CubaNet