La iglesia Católica vuelve a arremeter contra el régimen cubano y esta vez le exige acceso al sistema educacional y mayor presencia en los medios públicos, algo que vienen pidiendo desde hace varios años
De acuerdo con lo dicho por el nuevo Arzobispo de La Habana, Juan de la Caridad García durante una entrevista a la revista “Palabra Nueva”, es deber del estado concederle un espacio a la iglesia para que imparta sus enseñanzas.
“La Iglesia quiere tener escuelas o espacios en las escuelas, lo que también desea una parte considerable del pueblo”
En el año 1961, el dictador Fidel Castro nacionalizó el sistema de educación cubano, con lo que cercenó el derecho de la iglesia de enseñar en Cuba, algo que era su principal fuente de ingresos en la Isla.
El nuevo estado ateo convirtió la enseñanza en pública y universal, impidiendo todo acceso o influencia a la Iglesia.
Según reseña la agencia de noticias AFP, en Cuba la prensa está bajo control estatal desde la década de los años 60 y solo la Iglesia tiene algunos modestos medios para la difusión de la fe en templos.
La Iglesia “desea tener acceso a los medios de comunicación social de manera continua”, enfatizó García.
Las tensiones Iglesia-Estado sobrevivieron de forma ondulante durante décadas hasta 1998, cuando el papa Juan Pablo II hizo su histórica visita a Cuba.
Desde entonces, los sacerdotes tienen acceso a la radio o la televisión en ocasión de las celebraciones religiosas, o la prensa publica puntualmente comunicados católicos.
Ambas partes iniciaron en mayo de 2010 un inédito diálogo, que derivó en la excarcelación de mas de 130 presos políticos y una mayor presencia pública de la Iglesia.
El gobierno de Raúl Castro ha devuelto a la Iglesia algunos inmuebles incautados en la década de los 60, pero no parece dispuesto a conceder acceso a la educación y a los medios.
“La Iglesia también desea tener parte activa y pública en la educación para las virtudes que quiten vicios y en el fomento de la concordia entre todos los cubanos, y quiere dialogar sobre todo esto o al menos paulatinamente”
El arzobispo aprovechó para condenar la práctica legal del aborto en Cuba. “El aborto es la primera violación de los derechos humanos”.