Redadas, detenciones, allanamientos y material confiscado forman parte de la persecución a los vendedores tanto legales como ilegales en Cuba.
Como hemos denunciado anteriormente, cuentapropistas, dueños de paladares y vendedores eventuales están siendo sometidos a inspecciones exhaustivas por parte del régimen de Castro, imponiendo multas, confiscando mercancías y acusando de cualquier delito no tipificado en la ley.
Con o sin licencia para trabajar, la persecución es igual.
RECOMENDADO: Dueños de paladares de Camagüey continúan presos sin razón legal
“Los vendedores están cansados de pedir licencia al gobierno para vender sus cosas y no se la dan, por eso es que apelan al “mercado negro” para ganarse la vida”, precisó el activista de derechos humanos, Adriano Castañeda para Martí Noticias.
“Primero multaron a los pregoneros, que son los encargados de decirles a las personas interesadas en comprar hacia qué lugar deben dirigirse, y el martes arrestaron a los vendedores que tienen sus productos en casas cercanas al bulevar” aseguró Castañeda.
Les confiscaron ropas, zapatos, teléfonos celulares y accesorios tecnológicos que tienen gran acogida entre la población y se los llevaron detenidos para la unidad de la policía.
“Es cierto que las ventas de ese tipo están prohibidas por el gobierno y que no les dan licencias para vender, ni les explican por qué; sin embargo, la gente sigue tratando de trabajar y abrirse camino“, dijo Castañeda.
“Compran los artículos en Rusia, Ecuador, Panamá y Haití y la población prefiere comprárselos a ellos porque tienen más calidad que los que ofertan las tiendas permitidas por el gobierno“, precisó el periodista independiente Yosmany Mayeta en el programa Cuba al Día.
El reportero señaló que las redadas en todo el país comenzaron con fuerza en julio de este año y siguen hasta ahora. Puso el ejemplo de las ocurridas en las últimas semanas en la calle Monte de La Habana, donde las multas exceden los 1500 pesos, y las pérdidas por decomisos son inmensas
Con información de Martí Noticias
