Nunca debemos estar desprevenidos, porque podría ocurrir lo incierto y más si estamos frente al mar.
Los fenómenos naturales suelen ocurrir cuando menos los esperamos. No avisan, y la ciencia, hasta la fecha, no puede predecirlos con certeza.
En China, en 2013, cuando cientos de espectadores se encontraban observando el paisaje marino, de pronto, vino una ola gigante e impredeciblemente, sucedió lo inesperado.
La ola gigante, sorpresivamente se llevó consigo todo lo que encontró a su paso. De tal manera, que si estás paseando deliciosamente por el malecón, recuerda el acontecimiento chino y manténte alerta.