El gran desafío. La oleada creciente de estadounidenses en Cuba ha complicado la situación para los turistas canadienses y sus turoperadores a quienes les han copado las posibilidades de alquilar las habitaciones y las reservaciones en la isla.
Se decía que la visita reciente de Trudeau respondía a la preocupación de que Estados Unidos le “robara” la predilección a Canadá de los cubanos. Canadá ha sido durante años el principal emisor de turistas para Cuba. Solo en 2015, más de 1,3 millones de turistas provenían de Canadá.
“Es realmente muy difícil conseguir una habitación de hotel en La Habana”, dijo a CBS News la jazzista canadiense dos veces nominada al Grammy, Jane Bunnet, reseñado por Martí Noticias
Bunnet, -que viaja a Cuba desde 1982-, dijo que los precios se han disparado tanto en los hoteles como en los sitios privados que rentan a turistas.
“Los estadounidenses quieren tener esa experiencia cubana también”, expresó la artista canadiense.
Un agente de viaje en Toronto que se especializa en viajes a la isla dijo que es evidente que cada vez más estadounidenses llegan a Cuba.
“A los estadounidenses no se les permite, oficialmente, visitar las playas, pero una vez que están ahí, ¿quién tiene control sobre dónde van y qué hacen?”, comentó el agente de viaje canadiense que no se identificó.
En cambio, la presidenta de Transat Tours, Annick Guérard, se mostró menos pesimista.
“Los precios suben un poco”, dijo Guérard. “Por supuesto que los cubanos están tratando de ajustar eso, no quieren romper ni detener el volumen de los canadienses que vayan hacia el sur”, acotó.
Con información de Martí Noticias