Futbolistas, tripulantes, periodistas y dirigentes, todos asistieron a la ceremonia del Estadio Atanasio Girardot, en Medellin.
Y es que el Atanasio Girardot se vistió de blanco para rendir homenaje a víctimas del Chapecoense, con velas blancas y lágrimas, miles de hinchas acudieron para rendir un tributo a quienes serían sus adversarios, los jugadores del equipo brasileño Chapecoense, que prácticamente perdió a todo su plantel el lunes en un accidente de avión cerca de Medellín, donde disputaría la final de la Copa Sudamericana.
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Minutos antes de las siete de la noche (2345 GMT), hora a la que iniciaría el partido, empezó un acto luctuoso para recordar al “hoy eterno Chapé“, según lo rebautizaron los hinchas colombianos.
Seguidamente, los jugadores del equipo Atlético Nacional salieron al terreno con flores y caminaron visiblemente afectados y entristecidos por el reciente acontecimiento. Algunos de los jugadores del conjunto de Medellín lloraron.
Según revela el diario Panorama “Después de escuchar marchas fúnebres, el estadio estalló al grito de “¡Vamos, vamos, vamos Chapé!”. Hubo aplausos y saltos. Se levantaron globos, ramos de flores y banderas blancas. En pancartas gigantes se leía “El fútbol no tiene fronteras”, “Todos somos Chapecoense” y “Chapecoense inmortal”.
En tanto, el canciller de Brasil, Jose Serra, entre lágrimas, expresó:
Los brasileños no olvidaremos jamás la forma en que los colombianos sintieron como suyo el terrible desastre que interrumpió el sueño de Chapecoense
Y agregó:
Quizás no sea una casualidad que los colores de Chapecoense y Atlético Nacional sean verde y blanco, esperanza y paz más allá de la tragedia
Con información de panorama
