La doble moral de Fidel Castro lo acompaño en todas las etapas de su vida, la más resaltante fue cuando entró como todo un libertador a La Habana luego de derrocar al dictador Batista.
Faltan pocas horas para que salga a la luz una nueva edición de la biografía del guerrillero titulada Fidel Castro, patria y muerte de Enrique Meneses, quien falleció en el año 2013 y pidió que el libro fuera publicado justo después de la muerte del dictador cubano.
Hoy, un pasaje de esa biografía se hace público y revela la intensión que tuvo Fidel de fusilar a su hermanito, Raúl. Esto, según el relato del periodista español, era porque Raúl y el Che Guevara, intercambiaban ideas sobre el marxismo.
Una de esa cartas fue interceptada por el gobierno de Batista para sembrar en Cuba la idea acertada de que Castro era un comunista y por ello lo que quería era establecer una dictadura que traería hambre y miseria.
Sierra Maestra, invierno de 1958. Tras una jornada agotadora, el periodista español Enrique Meneses duerme en una hamaca. Acompaña desde hace semanas a la guerrilla cubana que pretende derrocar al dictador Fulgencio Batista. De repente, le despiertan unos gritos en mitad de la noche. “¡En cuanto llegue lo fusilo! ¡Me importa un carajo que sea mi hermano! ¡Lo fusilo!”. La voz enfurecida pertenece a Fidel Castro, entonces un joven revolucionario y principal líder de los insurgentes, y el objetivo de su ira es su hermano menor, Raúl. “Celia Sánchez (una guerrillera muy cercana a Fidel) intentó calmarlo diciéndole que no era posible que un hermano fusilase a otro por mucha culpa que tuviese”.
El periodista continúa su relato afirmando que Fidel odiaba todo tipo de dictadura, tanto la imperial como la comunista.
Tras una tremenda bronca, Fidel convenció a su hermano Raúl, actual presidente cubano, de 85 años, para que interrumpiese los intercambios epistolares y luego gritó: “¡Odio tanto el imperialismo yanki como el soviético! ¡No estoy rompiéndome los cuernos luchando contra una dictadura para caer en otra!”.
Esto llevaría a pensar que tales expresiones de Fidel sobre el comunismo sólo tenía como objetivo vender al guerrillero como un salvador, para luego, una vez en el poder, desatar toda su ideología marxista tal y como lo hizo.
Cuenta el diario español El Pais, que Meneses pasó muchas horas hablando, del político que se hizo con el poder en Cuba después de derrocar al régimen de Batista. “Su egocentrismo, su sentido mesiánico, su afán de publicidad lo convierten en un monologuista que rehúsa toda clase de diálogo, todo tipo de crítica, por constructiva que sea”, escribe el veterano reportero.
Con información de El País
