El expresidente español José María Aznar solicitó al gobierno de Mariano Rajoy que no ratifique el acuerdo de diálogo político y cooperación firmado por la Unión Europea con Cuba que puso fin a la denominada “posición común” del bloque continental en materia de derechos humanos, promovido por él en 1996.
La denominada “posición común” anteponía principios democráticos a intereses económicos. El nuevo acuerdo en cambio no pone condiciones y se abre a la cooperación entre ambos países. Ante esto Aznar reprocha tanto a Rajoy como a los 28 estados que integran la unión que “derogar la Posición Común es un éxito político de la dictadura castrista” que, lejos de estimular las reformas, “legitima el inmovilismo”.
Para Aznar, el nuevo pacto firmado por la UE con Cuba tiene que ser ratificado por todos los Parlamentos europeos, entre ellos España. Por ello, pide a todos “dejar en suspenso la ratificación de un acuerdo que, de lo contrario, solo servirá para apuntalar un régimen opresivo que está dispuesto a cambiar únicamente lo necesario para que nada cambie”.
Se ha cuestionado que la Unión Europea deje a un lado la defensa de los derechos humanos con el propósito de normalizar relaciones con el régimen castrista. El expresidente manifiesta que “ni el texto del nuevo acuerdo ni en la intervención de la alta representante y vicepresidenta, Federica Mogherini, durante el acto de la firma, hay una mínima mención a la represión sufrida por todos los cubanos, y muy especialmente por unos disidentes y presos de conciencia que empezaron viendo cómo en 207 se les cerraban las puertas de las embajadas europeas en La Habana y hoy se sienten dejados a su suerte por las principales democracias europeas”.
El expresidente del Gobierno critica que el nuevo marco de convivencia entre Europa y Cuba es un texto “tan aséptico que resulta perfectamente intercambiable con los acuerdos de la UE con cualquier país plenamente democrático”.
Continúa refiriendo que el compromiso con los derechos humanos “vigente desde 1996 cede a los intereses comerciales y económicos, cuyo potencial bajo un régimen comunista se encuentra sin duda sobrevalorado… por preferir el comercio a la democracia, al final no se consiga ni lo uno ni lo otro. En Cuba no hay cambios que apoyar en un marco de cooperación como el suscrito y el eufemismo que habla de tímidas reformas es solo eso, una forma de negar la realidad”.
Comparaciones
Además compara el nuevo acuerdo con la normalización promovida por el presidente saliente, Barack Obama. “Tras la euforia inicial, el único resultado viable del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU ha sido un incremento del número de turistas norteamericanos y la duplicación del precio medio d ellos alojamientos hoteleros de la isla. Lo que, a su vez, parece haber causado una caída de la demanda en el segundo semestre”.
Con información de: El Español