El diario estadounidense ha dedicado un reciente artículo al presidente electo, Donald Trump, a quien describen como un ególatra. La idea viene subliminalmente encajada en el siguiente fragmento:
Después de todo, estamos a punto de entregarle el poder a un hombre que ha pasado toda su vida tratando de construir un culto a su personalidad
También refiere que los estadounidenses acostumbraban a reírse de aquellos países donde se acostumbraba rendir cultos a sus dictadores y ejemplifica con la gran estatua que levantaron en 2015, en la ciudad de Asjabad, capital de Turkmenistán en honor a su presidente, pero ¿Quién ríe ahora?
En adelante, recalca que “Estados Unidos se está convirtiendo rápidamente en uno de esos países con el sufijo “stán” con relación a la imagen de Trump en el tiempo venidero.
Asimismo, señala que en EEUU “estamos entrando a una era de corrupción épica y menosprecio por el Estado de derecho, que no conoce límites”
El artículo concluye:
La única pregunta ahora es si la podredumbre está tan profundamente arraigada que nada puede evitar la transformación de Estados Unidos en Trumpistán. Una cosa es segura: es tonto y destructivo ignorar el riesgo incómodo y simplemente asumir que todo va a estar bien. No lo estará
Con información de nytimes