Si eres cubano y piensas viajar a Trinidad y Tobago quizás debas pensarlo dos veces. Y es que varios casos de deportación y torturas a turistas cubanos se han reportado en los últimos meses, algo que sin duda deja mucho que desear del gobierno de ese país.
De acuerdo con el bloguero cubano Ernesto Vera, quien publicó en su sitio web esta controversial noticia, asegura que el régimen cubano mantiene una especie de convenio secreto con el gobierno de Trinidad y Tobago, para identificar posibles isleños que busquen quedarse en su país en vista de la creciente crisis que azota a Cuba.
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El escritor explica que los cubanos deben pagar la costosa suma de 1000 dólares para viajar ida y vuelta a Trinidad y Tobago, al momento de abordar el avión, el régimen envía una lista con los nombres de posibles migrantes a funcionarios trinitarios para que estos sean detenidos al pisar el aeropuerto Piarco.
En el blog se reseña la noticia de dos cubanos que viajaron hasta Trinidad y Tobago donde fueron apresados, torturados y robados para posteriormente ser deportados a Cuba.
El pasado 25 de diciembre un grupo de 17 cubanos llegó a la isla caribeña, la intención era disfrutar de las navidades lejos de la revolución sólo por unos días. Pero los cubanos Yoandry Avila Cruz y Serguey Roque Alvarez fueron apartados del grupo.
A estos cubanos le confiscaron la suma de dos mil 500 dólares, además de quitarles varias de sus pertenencias. Fueron trasladados a un sitio conocido como “centro de clasificación” que es una prisión cerca del aeropuerto en el cual tuvieron que esperar su próximo vuelo a Cuba.
Pero para aquellos cubanos que logran burlar el cerco castrista en Trinidad y Tobago, su destino es peor, ya que al ser capturados son sometidos a varias torturas y maltratos psicológicos.
De acuerdo con la publicación, aquellos cubanos políticamente activos son los que menos sufren acoso por parte de las autoridades y hasta se les concede asilo político.
También podrán quedarse aquellos que busquen ayuda de la iglesia en ese país.
Esto deja ver la capacidad del aparto represor del régimen comunista que, tal como un cáncer, se extiende por toda latinoamerica y el Caribe para impedir que sus ciudadanos logren la felicidad en otras latitudes.
