Tras un homenaje donde se reunieron varias estrellas de Hollywood para despedir a Carrie Fisher, los que asistieron al funeral fueron testigos de algo un poco inusual.
Y es que los restos de la Princesa Leia, fueron depositados dentro de una urna con forma de pastilla de Prozac.
Todd Fisher, hermano de Carrie, contó a la agencia de noticias EFE, que ese era el deseo de su hermana pues sentía que pertenecía allí
“Sentía que ese era el lugar donde le gustaría estar”, ya que se trataba de una de sus posesiones favoritas. Además, aclaró que la decisión fue acordada con Billie Lourd (24), la hija de Carrie.
Vale aclarar que Fisher había recurrido a este medicamento cuando debió encarar tratamientos para abandonar su adicción a las drogas y el alcohol, y después de ser diagnosticada con trastorno bipolar a principios de la década del 90′.
Recordemos que la actriz murió el pasado 27 de diciembre a los 60 años, tras un ataque cardíaco. Reynolds, su madre, sufrió un accidente cerebrovascular en su casa de Beverly Hills, mientras hacía los preparativos para el funeral de su hija.
Al momento de su fallecimiento, Fisher estaba promocionando su nuevo libro, The princess diarist, en el que relataba detalles de su participación en Star Wars y donde ventiló su romance oculto con Harrison Ford.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE
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