En el medio de la nada – o del todo- porque cuando la libertad está en juego, para atrás ni para coger impulso, dice el refrán. Así han quedado un grupo de migrantes cubanos referidos como los “balseros del faro” luego de que hace seis meses cruzaran el mar de Cuba a Florida y por miedo a ser detenidos por la Guardia Costera se refugiaran en el faro American Shoal.
Parte del grupo de veinte balseros – algunos fueron deportados por voluntad propia- fueron trasladados a la Base Naval de Guantánamo, donde aseguran sentirse “presionados” por las autoridades para regresar a Cuba y agobiados por la falta de trabajo para su subsistencia.
Un reportaje del portal 14 y medio recoge testimonios no identificados por temor a represalias, de los balseros que permanecen en la base esperando recibir alguna ayuda, bien sea de un tercer país, en vista de que en Estados Unidos, ya el sueño no será posible, por los momentos.
“Agradecemos mucho toda la ayuda que nos han brindado, pero no entendemos por qué no se nos permite hablar con los abogados ni trabajar”, explica uno de los balseros.
Tres de ellos fueron devueltos a la Isla, dos por voluntad propia y un tercero al descubrirse que en algún momento fue parte del Ministerio del Interior, principal órgano represivo del Gobierno cubano, recoge 14 y medio.
“Tenemos prohibido hablar con la prensa sobre nuestra situación”, explica el balsero al portal y pide mantenerse en el anonimato por temor a sufrir represalias por las autoridades de la base.
Actualmente, del grupo de 17 balseros, solo 10 tienen empleo.
“Podemos llamar a nuestra familia una vez por semana, pero nadie nos dice cuánto tiempo más tendremos que estar aquí. Algunos de los nuestros trabajan en empleos manuales y les pagan 4,97 dólares la hora”, explica.
Las cartas están echadas y las condiciones en la mesa. La respuesta que reciben es que al que no le guste “tiene la puerta abierta para regresar a Cuba”.
Esto no es una opción.
“Aquí han venido personas a entrevistarnos pero nadie nos explica cuál es nuestra situación legal y, cuando pedimos trabajar, nos dicen que no hay trabajo. Es muy difícil estar de brazos cruzados todo el día. Lo único que pedimos es que nos dejen ganarnos el sustento”, explica.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de 14 y medio
@mafermusa
