El doctor cubano, José Antonio Soto, cumplió en navidades el reto personal de llegar al campo base del Everest, “a 5.643 metros de altura” y “lo reclama como la cota más alta ascendida por un cubano”
Según declaró:
En internet solo encontré una noticia en Juventud Rebelde sobre un muchacho que había marcado Más de 4.000 metros en Europa. Consulté al canal de deportes ESPN y me dijeron que los únicos récords de cubanos que tenían registrados eran los 2,45 metros de Javier Sotomayor en salto de altura y el viaje al espacio de Arnaldo Tamayo Méndez, el primer cosmonauta cubano
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De acuerdo con sus afirmaciones, la subida al campo base del Everest le consumió al cubano diez días, para esto, contrató los servicios de dos sherpas con los que hablaba en inglés.
A veces yo les decía, ‘Oye, viejo, afloja que vas muy rápido’, y aunque no me entendían, Purbha y Lakpa Gelu me miraban como diciendo: ‘Ah, estás cansado
Y agregó:
A mí me hubiera gustado entrenarme en el Pico Turquino y volar desde Cuba hacia el Everest. Eso hubiera sido lo más lindo
Así se lamentó Soto quien se fue de la Isla en 1992 y a la que no ha regresado desde entonces.
El esfuerzo de la subida, según explicó, sólo le parece comparable a los tres años que estuvo preparándose para hacer los exámenes de convalidación de su título de médico en Estados Unidos.
También aseguró:
Al viaje me llevé dos tabletas de chocolate compradas en París, turrones para celebrar el día de Navidad y jamón ibérico, que es perfecto para la montaña. No necesita refrigeración, contiene sodio, potasio, magnesio, calcio, hierro y proteínas y es agradable al paladar. Pega con todo, desde pasta o arroz o huevo hasta con unas galleticas
Con información de elpais y diariodecuba
