Algo que generaba júbilo para algunos. Aunque se dice que ahora los cubanos recibirán el mismo trato que el resto de los migrantes, el abrupto final para la política de pies secos, pies mojados expone una realidad vergonzosa: la envidia de otros inmigrantes.
“Veo, escucho y leo una actitud de gotcha y una cantidad excesiva de alegría en la reacción de los otros inmigrantes – y los liberales estadounidenses, también” escribe Fabiola Santiago, articulista de Miami Herald en relación a la decisión de Obama
Para Santiago, es vergonzoso que se celebre el trato preferencial que recibían los inmigrantes cubanos, cuando a su juicio debería ser ese el estándar para todo el mundo que aspira luchar por lograr ejercer su participación ciudadana.
Asegura que lejos de ayudar, esto solo empeorará las cosas.
“Los abogados de inmigración sin duda han utilizado la norma cubana para ganar alivio para sus clientes haitianos y centroamericanos, que en medio de las guerras y los desastres han recibido estatus de protección temporal que, en muchos casos condujo a la residencia permanente” explica en la publicación.
¿Ahora qué queda?
Para los inmigrantes ahora queda mucho menos que antes. Lejos de buscar una política de exclusión, debería de pelearse porque los derechos sean para más y más personas.
“¿Cuáles son los haitianos y otros inmigrantes probable conseguir ahora que no tenían antes? ¿Se siente mejor para conseguir el mismo mal, pero la igualdad de trato?” se pregunta.
Redacción Cubanos por el Mundo
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