Según el portal venezolano El Informador, agentes de la Aduana General de Cuba descubrieron una importante red de tráfico internacional de medicamentos entre Cuba y Venezuela.
El octubre de 2016 inició el seguimiento, luego de que en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana el personal del terminal alertara sobre cooperantes cubanos que viajaban a Venezuela cargando cantidades excesivas de medicamentos
Autoridades venezolanos habían denunciado a La Habana la situación, según reseña el portal, pero la información fue “desatendida” o en otras palabras, rechazada.
“Habíamos recibido varias quejas denunciando un supuesto contrabando entre ambos países y, a modo de profilaxis, sugerimos alertar a nuestros colaboradores sobre las regulaciones en fronteras; pero la investigación oficial comenzó hace cuatro meses cuando agentes de la aduana aeroportuaria, durante el control de salida, comenzaron a reportar, en todos nuestros puntos de embarque, casos, cada vez con más frecuencia, de médicos cubanos que, en sus viajes regulares de colaboración, cargaban excesivas cantidades de instrumental médico y medicamentos”, asegura un alto oficial de La Aduana General de La República de Cuba que, por sensatez, pidió conservar el anonimato.
Bachaqueo cubano
Un negocio muy lucrativo que se expone a la opinión pública. Predomina la extracción del kit oftalmoscopio portátil, solo encontrados en hospitales; anticonceptivos como Aminor, Etirnor, Trienor, Estracip y Cipresta comercializadas en farmacias cubanas a 2.10 pesos cubanos o a 7 centavos de CUC (divisa cubana equiparada al dólar) cada caja.
Además de ser un negocio para quienes comercian con estos medicamentos, es también una ayuda considerable para los consumidores, en medio de la crisis de escasez de medicamentos que atraviesa Venezuela. Remedios accesibles al presupuesto de familias de escasos recursos.
Aunque pudiese ser visto como una relación ganar-ganar, es en sí un comercio ilegal e irregular y de alta peligrosidad. ¿La respuesta? En su mayoría los medicamentos decomisados estaban vencidos y la fecha de caducidad ha sido alterada del envoltorio.
Dentro de los implicados se encuentran: María del Carmen Guerrero Diego, Idelier Amarales Fernández, Carlos Dieguez Rodríguez, Elia Savón Matos y Gardenia Fonseca Batista; aunque en su defensa alegan que solo hacían el favor de transportar encomiendas de terceros sin tener conocimiento del contenido ni del riesgo que esto implica.
“En realidad fueron usados – agrega el agente aduanal – la investigación continúa, sabemos que la confianza de los agentes aduanales en nuestros colaboradores facilitó la evasión, que el modus operandi de los cabecillas de esta red es usar a estos cubanos, vinculados al sistema de salud, como “mulas” para introducir fármacos a bajo costo en el mercado negro venezolano; pero eso no los exime de responsabilidad penal”
Redacción Cubanos por el Mundo
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