Expandirse o someterse a la voluntad del régimen, ese es el dilema que enfrentan todos los días el cuentapropista en Cuba, que a diario luchan para edificar su negocio en una de las economías mas restringidas del continente Américano.
Y es que de acuerdo con un estudio llevado a cabo con varios cuentapropistas y encabezado por el reconocido economista cubano Arturo Mesa Lago, pese a las restricciones impuestas por el régimen, el sector privado en Cuba crece a niveles galopantes por la reinversión que estos hacen a sus negocios.
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El diario el Nuevo Herald, señala que este estudio se realizó con 80 personas radicadas en La Habana y sectores aledaños.
Se enfocaron en los cubanos que hacen vida en el sector privado y que se dividen por categorías que van desde dueños de paladares hasta choferes de boteros.
Un vendedor de viviendas afirma que le gustaría ver más disposición por parte del régimen cuando se trata de flexibilizar las leyes que abrazan al sector privado.
“Me gustaría que quienes gobiernan comenzaran a pensar en cómo hacerles la vida más sencilla a los ciudadanos y menos cómo preservar los preceptos que se ha demostrado ofrecen no más que penurias”
Interferencia estatal
Pese a que los cuentapropistas se muestran dispuestos a cooperar para garantizar el surgimiento de una nueva y mejor economía en Cuba, todos coincidieron en que la interferencia estatal es lo que les dificuta impulsar sus negocios.
“Una de las principales barreras que mencionan y, hubo una unanimidad impresionante, es la interferencia estatal”
Esto quiere decir que el Estado controla tanto al cuentapropismo, pese a ser “privado”, que muchas veces termina los negocios sin siquiera haber comenzado.
Además los estrictos controles en los productos y su comercialización es otra de las quejas por parte de los cuentapropistas.
Mesa Lago asegura que el régimen cubano tiene conocimiento sobre las demandas de los empresarios privados pero no las atiende.
