Bueno saber, que para el castrocomunismo no todo deporte es buen visto. Resulta ser, que en la cercada isla caribeña, las artes marciales son aceptadas y reconocidas por el régimen como Organizaciones No Gubernamentales (ONG), no obstante, no se les autoriza el ejercicio del trabajo privado, por lo que su práctica es legalmente polémica y susceptible de ser considerada una desobediencia civil, según reveló el portal de noticias cubanet.
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Sin embargo, la pnetración de esta practica en la Isla ha sido indetenible, sobre todo, después de la proyección de películas protagonizadas por el legendario Bruce Lee, los cubanos número cada vez mayor, comenzaron a interesarse en la práctica de estos sistemas de lucha.
A partir de allí, aun cuando el régimen no contempla la masificación de estas artes de lucha, la demanda de los interesados aumentaba, y en consecuencia, comenzaron a crearse sociedades independientes sin fines de lucro, con gran disponibilidad y variados programas de enseñanza al alcance de todos los isleños.
TESTIMONIO DE UN CUBANO EXPERTO EN ARTES MARCIALES
Tomás López Rodríguez, es un maestro cinturón negro séptimo dan, de 65 años de edad y que enseña mugendo, jiu-jitsu, krav-magá, pelea callejera y defensa contra armas. Su testimonio revela que:
no todo es patadas y piñazos. Las Artes Marciales aporta invaluables beneficios espirituales, éticos y morales; mejora considerablemente la salud física, contribuye al equilibrio mental, educa el carácter y desarrolla la autoconfianza
López insistió en la importancia educativa de este tipo de práctica y agregó:
una política educativa eficaz debía considerarlas como parte del sistema de enseñanza desde el nivel primario, y eliminar la rutina de una educación física tradicional que no se identifica con los intereses de los educandos
En tanto, Dayán Romeu Santana, de 37 años, certificado como representante oficial de la subsidiaria cubana de yuen kay san wing chun, un sistema de defensa personal proveniente de China, lamentó:
la falta de apoyo oficial y las constantes trabas burocráticas que limitan la expansión de las artes marciales
Para Romeu, es inconcebible el estado de la situación actual cubana con relación a este deporte:
resulta incomprensible que la revolución haya desarrollado programas educativos y culturales al alcance de todos los cubanos y límite tanto las posibilidades para la expansión de las artes marciales a nivel social
En tanto, algunos entrevistados por cubanet, prefirieron no identificarse, pero refirieron que el boxeo, karate, judo, lucha libre y grecorromana y el taekwondo son:
los únicos deportes marciales que el gobierno apoya con recursos, porque los utiliza con fines políticos
Y añaden:
Las otras variantes de las artes marciales que se practican en Cuba, y que se desarrollan desde sociedades independientes y con recursos propios, el gobierno las agrupa y controla bajo la FCAM (Federación Cubana de Artes Marciales)
Y recalcaron que:
Y la FCAM deja muy claro en sus estatutos que la Federación ‘no ampara ni auspicia, ni promueve la práctica de las artes marciales con fines lucrativos o comerciales
En conclusión, pareciera que muchas de estas prácticas carecen de utilidad para los intereses propagandísticos del régimen cubano, sobre todo, en lo que respecta a la inclusión de las personas con discapacidad, otro de los puntos que lamentaron los entrevistados.
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Redacción CPEM / Con información de cubanet