Un gran número de cubanos permanece apostado en el Puente Internacional Las Américas, en Nuevo Laredo, tras atravesar más de 10 países para esperar llegar a Estados Unidos.
No es ni de pensar su regreso a Cuba. Más de 400 cubanos ha conseguido refugio en casas de migrantes, atendidas por la Iglesia. La relativa novedad es que se trate de cubanos y no de centroamericanos como tradicionalmente ha sido.
Continúan expectantes de una decisión que pudiese iluminarles de nuevo el camino, ese que se tornó aún más tortuoso desde que fueron informados de la derogación de la política de pies secos/pies mojados.
Cuba, sin derecho a nada
“Ya tenemos 16 días aquí y Migración mexicana nunca nos ha molestado”, explica a Efe una mujer llamada Yamira González, quien salió de Cuba con su hermana y un menor, reseñó EFE.
“¿Por qué salimos para acá? En Cuba no tenemos derecho a nada”, asegura Yeleni Díaz, quien decidió abandonar Cuba, un país hoy nuevamente referido como “no libre” según Freedom House.
“Mi esposo tiene tres años en prisiones y no estoy de acuerdo con el presidente cubano, por la política asquerosa que tiene. Fidel le hereda la Presidencia a su hermano y Raúl se la hereda a sus hijos. ¿En qué país se ha visto que en 60 años sea el mismo presidente?”, argumenta.
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Cubanos en México
Durante los últimos tres meses, más de 11 mil cubanos llegaron a México y las deportaciones iniciaron desde el pasado viernes. Al menos 1100 esperan en otras ciudades con la esperanza de que sea revertida la decisión de Obama.
“Regresar a Cuba no es una opción”, dice a su vez Lester Díaz, que vivía en La Habana. “Es injusto lo que nos está pasando, yo dejé en Cuba a mis padres, a mis hermanos”, agrega.
“Salimos de Camagüey rumbo a Guyana. Supuestamente Cuba no tiene presos políticos, pero te echan otros cargos para meterte a la cárcel”, narra Sara Ramos.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE