La noche de este martes, el grupo de migrantes cubanos detenidos en Darién que exigían ser liberados del lugar de reclusión donde se encontraban, fueron expulsados por militares panameños.
Seis integrantes del grupo de migrantes habían emprendido una huelga de hambre, exigiendo la presencia de medios de comunicación para constatar las condiciones infrahumanas en la que se encontraban retenidos en Panamá.
Diario de Cuba reseñó el testimonio de Andy Mora Garrote, uno de los participantes en la huelga, quien comentó que él junto a otros emigrantes llegó el 1 de febrero a Sapzurro, Colombia, después atravesar durante horas las selvas fronterizas.
“Los militares panameños nos dejaron bien entrada la noche de 30 de enero en la selva”, aseguró Mora. “En Laja Blanca fuimos maltratados con palos y con descargas eléctricas, no les importo que entre nosotros había mujeres embarazadas. Esa fue la respuesta de los militares cuando les dijimos que queríamos pedir asilo político en Panamá”.
Por su parte el inspector de Policía de Sapzurro, Colombia, José Escobar, informó que entre el 26 y 29 de enero, 148 cubanos llegaron a esa localidad colombiana tras ser deportadas por el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá.
“El 29 de enero llegó un grupo de 48. Venían en muy mal estado de salud, deshidratados, con los pies sangrando y enfermos. Algunos decidieron seguir para Turbo, otros no esperaron ni el amanecer, volvieron a coger la selva para regresar a Panamá”, dijo Adriana López Molinar, de 52 años y conocida como “La Negra”, quien ha sufrido el horror de la guerra interna en Colombia.
Un grupo de al menos 40 cubanos ha sido aceptado en casas de habitantes de Sapzurro, quienes se han solidarizado con la tragedia de los migrantes. “Son los que no tienen dinero para continuar o están muy enfermos”, explicó.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario de Cuba
