Atravesar medio continente buscando un sueño de libertad. Para Yaelis Reinoso Izquierdo, de 29 años de edad, el sueño americano se ha convertido en un compendio de historias tortuosas, entre la vergüenza y la calamidad.
Yaelis forma parte del grupo de cubanos expulsado de Panamá hacia Sapzurro, Colombia. En entrevista con Diario de Cuba, agradeció la solidaridad de esa comunidad colombiana, que les ha brindado una mano amiga en medio de tanta angustia por la que han pasado.
“Aunque no tenemos ropa, ni zapatos, todo lo perdimos en la selva, estamos bien. Gracias a los habitantes de Sapzurro, tenemos techo y comida. Acá todos nos han ayudado y la Policía nos ha tratado con respeto. Nos sentimos protegidos” explicó.
De todo su viaje, la migrante expresa con gran pesar, que el trayecto más humillante fue su paso por Venezuela. “Nunca pensé que en el mundo hubiese gente tan perversa y más en Venezuela, que los cubanos los consideramos un país hermano.”
Yarelis partió de Trinidad y Tobago en una pequeña embarcación al puerto de Güiria, Venezuela. Un viaje de Guiria a Cúcuta suele costar 200 dólares, pero la joven tuvo que pagar 11 veces más de lo estimado. “La guardia venezolana nos quitaba todo, ropa, dinero, celulares. Lo más duro, donde me sentí humillada a más no poder, fue en el trayecto de San Cristóbal, Venezuela, a Cúcuta, Colombia“, relató.
“Cuando caminábamos en medio de la selva, por la noche, nos topamos con la guardia venezolana. Ellos, tanto a hombres como a mujeres, nos hicieron desnudar; apuntando con las armas, nos ordenaron ponernos en cuclillas y pujar, para ver si llevábamos dinero en las partes íntimas. Cosa muy diferente ha sido Colombia, donde las autoridades nos han tratado bien, nos dan salvoconductos para poder continuar”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario de Cuba
