Estados Unidos sigue cerrando puertas a la inmigración, por razones de seguridad nacional planteadas desde la administración Trump, dejando en el limbo a miles de cubanos que sueñan con llegar a tierras de libertad.
Además de la eliminación de la política de pies secos/ pies mojados, un nuevo obstáculo podría levantarse para la comunidad migrante cubana. El programa de refugiados fue frenado de manera temporal por el presidente Donald Trump, quien firmó una orden para impedir la entrada a ciudadanos del Medio Oriente por un período de tiempo.
Dentro de esa orden, se encuentra el conocido “parole”, carta de salvación para cientos de médicos cubanos varados en países de Latinoamérica.
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Wilfredo Allen, abogado de inmigración de Miami, aseguró al diario El Nuevo Herald, que Estados Unidos está en la obligación de recibir refugiados como firmante de la Convención de La Haya.
Según la publicación, aquellos que se hayan acogido al programa con anterioridad, podrán optar por su visa pero los nuevos solicitantes están suspendidos a merced de lo que decida Trump.
En 2015, Estados Unidos recibió el mayor número de refugiados desde Europa pero América Latina también formó parte de esa lista y Cuba resaltó con un total de mil 527 personas que se acogieron al programa de refugiados.
Hoy la realidad es distinta. El programa cierra otra puerta para que los galenos, que fueron enviados a misiones médicas a otros países, puedan llegar a Estados Unidos.
Asilo o refugio
Eduardo Soto, abogado de inmigración, afirma que el asilo político y la solicitud de refugio no es lo mismo. El estatus de refugiado se aplica solamente a un individuo que está fuera de Estados Unidos y que solicita protección de la persecución, por ejemplo, en una embajada o misión diplomática estadounidense
En el caso de los cubanos que llegan a un punto fronterizo estadounidense pueden solicitar asilo si prueban “un temor creíble” de persecución de ser devueltos a su país.
Un cubano que llegue a un aeropuerto en Estados Unidos con una visa de turista también pudiera solicitar asilo. Mientras que aquellos en otros países, puede solicitar un refugio, si demuestran que en su país corren peligro.
Estados Unidos se comprometió a procesar la solicitud de mil médicos cubanos que ya habían solicitado acogerse al programa parole para profesionales de la salud, dejando a miles más en el limbo.
Ahora con la suspensión del programa de refugiados, su situación se agrava. Las oportunidades de lograr sus sueños de libertad son cada vez más escasas empujándolos a establecerse en países donde posiblemente sean deportados.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald
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