No hay descanso para el cuentapropismo en Cuba. El régimen se afana en seguir aplicando rigurosos controles que cercenan el poder crecer dentro de la Isla.
Los llamados ‘boteros‘ son el nuevo blanco de los inspectores.
La Dirección General de Transporte de La Habana, prevé aplicar nuevas medidas para controlarlos, de acuerdo con información divulgada por el diario Granma.
Dichos controles están siendo analizados luego de que en julio de 2016, el régimen aplicara un control de precios en las tarifas de los transportista lo que los obligó a acortar las rutas para de esa manera cobrar dos pasajes.
El director de inspección de ese organismo, José Duquezne, informó que se retiraron desde septiembre hasta la fecha, 20 licencias a los conductores por estar aplicando dicha modalidad.
Los transportistas debieron recurrir a recortar las rutas luego de las limitaciones que impuesta por el castrismo en el suministro de combustible.
Crisis sin solución
El transporte público está en crisis. El régimen se ha mostrado incapaz para resolverlo, como casi todos los problemas que padece la Isla comunista.
El transporte privado representa un alivio a las pocas rutas y unidades utilizadas por el Ejecutivo.
Debido al deficit, algunos dueños de vehículos se ven tentados a recorrer las rutas sin licencia, lo que conlleva también a una sanción.
Una funcionaria de la Dirección transporte, explicó que se planean colocar pegatinas para identificar a los transportistas que estén legales.
Se le colocará una pegatina a los carros de La Habana que tienen licencias. Estas quedarían con un orden consecutivo para poder identificar los vehículos en el caso de una falsificación.
Redacción Cubanos por el Mundo / con información de Granma
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