Este viernes un juez estadounidense dejó sin efecto la decisión de Donald Trump de prohibir la entrada de inmigrantes de siete países en su mayoría musulmanes y refugiados, lo que reanudó la aceptación de las aerolíneas a nuevos pasajeros provenientes de estas naciones.
La respuesta de la Casa Blanca no se hizo esperar, calificando la decisión como “indignante”, sin embargo luego se retractó en un comunicado y manifestó que apelarán la decisión “lo antes posible” por considerar que el veto impuesto es “legal y apropiado”
“La orden (ejecutiva) tiene como objetivo proteger al país y el presidente tiene el deber constitucional y la responsabilidad de hacerlo”, añadió el Gobierno en su respuesta.
Separación de poderes
Esta podría ser la primera victoria para los demócratas, considerando que los fiscales generales en Washington y Minnesota, habían interpuesto la demanda aceptada.
James Robart, juez federal en Seatle, fue el autor de la decisión que dejó sin efecto la polémica orden de Trump que prohibía la entrada a inmigrantes provenientes de Irak, Yemen, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Libia y refugiados.
La suspensión de la orden es temporal hasta que se determine una decisión definitiva sobre la legalidad de la orden presidencial o hasta producirse una apelación que levante el dictament de Robart.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE
