Paradisíacas playas para unos, terreno de explotación para otros. Por haber llegado a México en condición de ilegales cubanos, salvadoreños, guatemaltecos y hondureños son explotados en Cancún, siendo quienes lleven la carga más pesada de la faena de atención al turista.
Desde las siete de la mañana hasta que se oculte el sol, deben estar al pie del cañón atendiendo a quienes llegan a disfrutar de este pedazo del Mar Caribe. Llevar cervezas, limpiar los baños y recoger la basura que arrastre el mar, se encuentran dentro de las tareas de los migrantes, que llegaron a México con la esperanza de tener calidad de vida para terminar siendo denigrados por los lugareños por su condición de “foráneos” reporta El Universal.
Resolver con lo que hay
La realidad para estos ‘indocumentados’ es arreglárselas como puedan, entre dos trabajos y hospedándose en los lugares donde laboran o rentando un espacio y durmiendo hasta siete personas en una misma casa. Los que no están preparados para ello, acuden a un refugio de migrantes en la península que brinda ayuda a quienes acuden.
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En el refugio además de recibir una comida diaria, posada y orientación, también los ayudan a regresar a Chiapas para que busquen retornar a su país de origen. El encargado del refugio, Manuel Amador, comenta a El Universal, que nunca habían visto tanta migración por la zona. De 120 migrantes que recibían en promedio, la cifra ha aumentado a 300, la mayoría realizando labores de trabajo pesado en las playas.
Bandas delictivas detrás
Detrás de este incremento podría estar la participación de la banda ‘Los sureños’ un grupo delictivo identificado por la Fiscalía mexicana que estaría enganchando a los migrantes desde Chiapas, ofreciéndole trabajo desde Cancún hasta playa El Carmen, comida y techo y espacios para ofrecer sus mercancías artesanales. Les pagan el pasaje, estimado en unos 2 mil dólares, que deberán pagar con su trabajo al llegar.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Universal
