Por entregar material subversivo, por disentir del régimen cubano, por clamar libertad. Aimara Nieto Muñoz e Ismael Boris Reñí han estado arrestados durante medio año por repartir discos y octavillas en contra del régimen.
Podrían tratarse de hasta tres años encarcelados, aunque aún esperan por la realización de un juicio. Mientras, dos niñas esperan que sus padres vuelvan a casa y aún separados de cárceles, permanecen juntos en su convicción. Reñí fue trasladado a la cárcel de Valle Grande y luego al Combinado del Este y Nieto permanece en la cárcel de mujeres de El Guatao.
La pareja de activistas cubanos fue detenida de manera violenta en julio del año pasado, señalados de alterar el orden público y actuar en desacato, acusaciones negadas por ambos y tan frecuentes de usar por las autoridades castristas.
Reseña Martí Noticias que las hijas menores del matrimonio, una de cinco años y otra de nueve, quedaron en la casa bajo los cuidados de su embarazada hermana mayor.
Indefensos
La detención de los activistas, así como decenas de otros dirigentes de organizaciones opositoras, se producen para “sacarlos de las calles” y no hay juicio en su contra para evitar engrosar ante el mundo la lista de presos políticos.
Además, no han podido contar con el legítimo derecho a la defensa, porque los abogados se niegan a trabajar en el caso. Zaqueo Báez, activista de la UNPACU explicó que “el caso de ellos lo llevará un abogado de oficio”
En un audio divulgado recientemente por la UNPACU, Aimara Nieto, denunció las pésimas condiciones higiénicas y de alimentación en que mantiene a la población penal, y la falta de atención médica para los reclusos.
“Por todo nos llevan a la corte, ponen reportes y nos llevan para un lugar de castigo conocido por ‘Alcatraz’ que estrené porque fui una de las primeras que llevaron a ese lugar”, relató.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias