La prostitución en Cuba es una practica ‘ilegal’ que se viene dando desde hace décadas, y arreció con la llegada de la ‘revolución‘.
Ahora con el gran boom turístico que enfrenta la Isla, este sistema de trabajo viene en alza y con ella además, la corrupción de los oficiales quienes se benefician de ella.
De acuerdo con un reportaje del portal Diario de Cuba, una red de oficiales que opera en La Habana, se benefician de este sistema económico clandestino, chantajeando a las prostitutas y cobrando ‘vacunas’ a los proxenetas.
Alexis opera en Centro Habana, él junto a su ‘ganado’ como le dice a las mujeres, le ofrecen servicios a turistas canadienses que se pasean por las calles.
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Él asegura que la prostitución y el proxenitismo es un salario ‘extra’ para los oficiales.
No sé por qué te sorprendes tanto si aquí hasta ‘malanga’ sabe que la prostitución y el proxenetismo representan un salario extra para muchos policías”
Maribel, espera paciente frente a un edificio a que sus clientes pidan su servicios. Mientras tanto, ella debe pagar el monto ‘diario’ por trabajar en ese lugar.
Los oficiales le cobran entre 3 a 5 dólares diarios.
“La tarifa que pagamos a los policías va entre tres y cinco dólares por cada ‘mate’.
¿Un mal necesario?
De acuerdo con Maribel, pagarle a los oficiales le brinda cierta “seguridad” para su negocio.
“Los policías son un mal necesario de este negocio. Aportan cierta seguridad y dan ‘el pitazo’ cuando viene un operativo por la zona. Casi nunca exigen que les paguemos ‘en especias’, quieren dinero. Lo mejor es no entrarles con mentiras porque están en todas y tienen como una red. Si te marcan como ‘fula’ tienes dos problemas serios: con ellos y con tu ‘controlado”
Para Natalia, que es dueña de una “casa de citas” ilegal, afirma que los oficiales con el tiempo se hacen incluso socios del negocio, por lo que la ‘tajada’ que deben darle es mucho más grande.
“Aquí recibo a dos policías que con los años se hicieron socios míos y de Alexis. Aquí mismo cobran su tajada. Verdad que es del carajo que ‘las niñas’ tengan que pagar de su lucha a dos hombres (al chulo y al policía), pero ellas decidieron esta vida y ese es el precio”
Ella tiene tres reglas básicas sobre las que rige su negocio ilícito.
“Ni menores de edad, ni consumo de drogas, ni ‘traqueteos’ con los policías. Mientras se cumpla con ‘las tres gracias’ y me paguen los 10 dólares por cada ‘mate’, todo está perfecto”
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La excusa
El reportaje resalta la anecdota de un oficial de la Policia Nacional Revolucionaria que accedió a ofrecer su declaración.
Él no se considera “corrupto” por recibir dinero de alguien que practica algo ilegal dentro de la Isla.
“Aquí todo está malo y tú deberías saber que ningún salario resuelve la comida del mes. Ellas eligieron este trabajo, que está prohibido, para sobrevivir. Yo simplemente aporto que todo vaya viento en popa y a toda vela, así sobrevivimos todos y todos salimos ganando, nadie pierde”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Diario de Cuba
@mafermusa
