La crisis de alimentos en Venezuela está empujando a sus pobladores a realizar prácticas horrendas, propias de civilizaciones antiguas.
En el caluroso estado Zulia, al oeste de Venezuela, existe un lugar llamado laguna Las Peonías, donde es unos de los pocos sitios que se puede observar el flamenco, un ave exótica que lleva décadas asentada allí.
Pero algo inusual tiene a los biólogos preocupados, y es que últimamente se encontraron cadáveres de estas aves son sus pechos arrancados, sólo dejan las patas y la cabeza.
Luis Sibira es un estudiante de biología de la Universidad del Zulia y fue uno de los primeros en realizar los rastros de la matanza.
Él explica que las personas que viven alrededor de la laguna, optaron por cazar a estos animales debido a la dura crisis económica que les impide comprar alimentos.
Además, cerca de los restos de los flamencos se encontraban cartuchos de escopeta.
A veces sólo encontramos las cabezas, tripas y patas del animal. Solíamos ver esto muy poco en el pasado, pero esta práctica está ahora fuera de control y en aumento
La caza de animales se está volviendo común en el país que una vez fue rico. Ahora los venezolanos comen perros, gatos, iguanas, palomas y hasta osos hormigueros.
Desde que el presidente Nicolás Maduro llegó al poder, la inflación en Venezuela se disparó en un 700 por ciento, según cifras del Fondo Monetario Internacional.
La escasez de productos se hace cada vez más grande, además de que las personas cada vez les cuesta pagar por los alimentos.
El suelo mínimo de los venezolanos es uno de los más bajos de América Latina después de Cuba, mientras que su economía está fuertemente controlada por el régimen chavista.
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La dieta de Maduro
Hoy es muy común ver en las calles venezolanas a personas hurgando en la basura, buscando algo con que alimentarse.
En una barriada popular de la ciudad de Maracaibo, también en el Zulia, llamada Santa Lucia, las personas inclusive comen perros callejeros y palomas.
Esta situación lleva nombre, y se llama la “dieta de Maduro”.
Una encuesta realizada por tres universidades de Caracas encontró que al 87 por ciento de los venezolanos en el 2015 no les alcanzaba el dinero para comprar suficientes alimentos para sus familias
Mientras que 8 de cada 10 bolsas de basuras, son saqueadas por las personas en busca de comida. Pero la situación empeora cada vez más
Angel Viloria, biólogo y director del Instituto de Estudios Científicos de Venezuela, asegura que ni en los tiempos de la colonia se observaban comportamientos como estos.
“Los indios venezolanos nunca comieron este tipo de animales, ni siquiera en tiempos de la conquista. Este nuevo comportamiento surge de la presión de comer”.
En años recientes, los hábitos culinarios del país en áreas rurales han incluido a veces ciervos, iguanas y aves silvestres, pero nunca aves exóticas como flamencos.
Triste realidad
El diario El Nuevo Herald, reseña la historia Luis Enrique Guerra, un joven delgado de 12 años, que nada en las aguas contaminadas del Lago de Maracaibo todas las mañanas.
Vive en las calles y se rebusca todos los días para poder llevarse un bocado de comida.
Pero cuando el trabajo escasea, ellos deben cazar.
“He matado como 20 palomas”, dijo, orgulloso de sus habilidades. “Ayer maté un pato en el agua. Trató de morderme, pero le viré el pescuezo con mis manos”.
Él junto a su ‘equipo’ persiguen loros, pollos, cangrejos y caracoles, que son cocinados en viejas ollas.
Para atrapar a sus presas, ponen trampas con cuerdas y cebo o preparan palos con pegamento en su punta.
“Les golpeamos dos veces en la cabeza o les retorcemos el cuello”
Unos días antes, dijeron, observaron a un guajiro local comerse un pequeño cocodrilo del tipo babilla.
Tiene un gusto particular por los lagartos, aunque no les gusta cazarlos.
“Hmmm, delicioso! Saben bien, como el pollo. ¡Incluso bebo su sangre!”, gritó mientras se frotaba el estómago, con una enorme sonrisa en la cara.
Pero lo que buscan no es suficiente para aliviar su hambre, dijo Andrés, un niño de 10 años en el grupo, mientras pelaba una mandarina vieja.
“He estado con hambre desde hace días”.
Este tipo de caza urbana conlleva a grandes peligros según afirman especialistas. Ya que los animales que merodean en las calles poseen bacterias que podrían ocasionar la muerte.
Hugo Hernández, un profesor de Ciencias Veterinarias en la Universidad de Zulia, asegura que esta practica en otros países como Francia o China que comen caballos o perros, se hacen bajo estricta supervisión sanitaria, algo que en Venezuela no ocurre.
En Francia, comen caballos, y en China, comen perros y gatos, pero después de ser criados de acuerdo con los programas sanitarios. En nuestro país, estos animales están siendo cazados en la naturaleza o en las calles y no pueden ser consumidos por los humanos
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald
@hchirinosch