Libertad de religión. Una lucha de más de 24 años librada por la iglesia de los sacerdotes Lukumí, conocidos como los “santeros”, oriundos de Cuba, que lograron ganar ante la Corte Suprema la posibilidad de practicar su religión en Estados Unidos.
De acuerdo a una publicación de Diario Las Américas, la secta logró ampararse en la Primera Enmienda de la Constitución lo que les permitió ejercer su derecho a la libertad de culto.
El conflicto religioso se remonta a 1993 cuando la Iglesia Lukumí Babalú Ayé entró en conflicto con la ciudad de Hialeah por intentar bloquear su establecimiento y prohibir a los santeros la práctica de ritos de manera libre. Para entonces, la disputa tuvo un gran alcance a nivel nacional debido al enfrentamiento entre Oba Pichardo, líder de la iglesia y la ciudad.
Jorge Duarte fue el abogado encargado de llevar la defensa a quien citaron para impedir así la ejecución del decreto de ley de Trump; argumento que resultó siendo esencial para detener el veto migratorio a ciudadanos provenientes de 7 países en su mayoría musulmanes.
De acuerdo al testimonio de Duarte para el Diario Las Américas, existen simiutes en ambos casos, analizados en la Corte Suprema y eran ordenanzas para impedir la libertad de culto.
Así ocurrió en el caso de la Iglesia Lukumí Babalú Ayé, ahora con el agravante de que la acción del Presidente violaría las garantías de la Quinta y Decimocuarta Enmienda del “debido proceso de la ley”, al negar la entrada a personas que tienen visas válidas.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Mundo Hispanico