58 años de dictadura le han dado no solo a Cuba sino al mundo el peor mal ejemplo que se puede tener. El fracaso del sistema socialista se siente en cada calle a transitar en La Habana, en un país donde su gente tiene derecho a muy poco y sus gobernantes se han creído omnipotentes.
Un artículo de opinión del analista Sergio Muñoz, publicado en La Tercera, lo describe como: “El régimen castrista sigue convencido de que posee títulos de propiedad sobre la nación cubana. Lo ha demostrado una y otra vez”
La aseveración del articulista viene a propósito de la prohibición de entada a Mariana Aylwin a La Habana, así como se le hiciera a Felipe Calderón y a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para participar en los premios Payá, nombre en honor al líder social cristiano asesinado en julio de 2012.
Esta negación constituye para Muñoz, “el totalitarismo a cara descubierta, la arbitrariedad que padecen los cubanos todos los días.”
“La oligarquía de La Habana ha impedido que entren a Cuba personas pacíficas, que no han cometido delito alguno, salvo -para el régimen- el de identificarse con los valores de la libertad y los derechos humanos, o sea representan todo lo que el castrismo niega.”
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Sobre el gobierno cubano
“Son los que se las arreglan siempre para explicar y validar las mil y una tropelías de un régimen que ha violado sistemáticamente los derechos humanos en nombre de esa entelequia a la que sigue llamando “la revolución”.
Añade además que es tiempo de hacerle frente. “No puede haber confusiones al respecto. El pueblo cubano tiene derecho a autogobernarse. Ello supone garantizar las libertades de expresión, reunión y asociación, generar condiciones para que haya elecciones libres y competitivas.”
Destaca que fue a esta lucha, a la que Oswaldo Payá imprimió sus energías para bloquear la dinastía Castro y abrir paso a una Cuba libr.
“A eso consagró sus esfuerzos Oswaldo Payá, quien logró reunir un millón de firmas para abrir una vía de transición a la democracia, y lo pagó con su vida. Por desgracia, esa transición pretende ser bloqueada por la dinastía gobernante: en efecto, Raúl Castro quiere dejar el poder en manos de su hijo, el coronel Alejandro Castro Espín.”
“Por demasiado tiempo ha habido indulgencia del mundo de la izquierda hacia los abusos de la dictadura castrista. Todos vimos en CNN al diputado Daniel Núñez del PC, tratando de justificar lo injustificable. No es posible seguir cohonestando los atropellos de un régimen que en los hechos desprecia a la comunidad internacional.”
Redacción Cubanos por el Mundo
