Juan Camilo Cruz, pensó que viajar a Cuba para presenciar la entrega del Premio Oswaldo Payá, sería algo sencillo, pues viene de un país donde la libertad de expresión se respeta y los periodistas son admirados por su trabajo.
Pero su estadía en la Isla caribeña se convirtió en una pesadilla, cuando agentes de la Seguridad del Estado, lo retuvieron por más de 24 horas junto a su novia, María Francisca Corredor.
En entrevista con Radio Martí, el colombiano asegura que los funcionarios siempre le dijeron mentiras y no le permitieron expresarse.
“Nos han tenido todo el tiempo a punta de mentiras, a punta de engaños, y en una situación en la cual ellos encontraron la coartada perfecta para sacarnos (de Cuba)”
Juan y su novia planeaban presenciar la entrega del premio y luego disfrutar un poco del turismo cubano.
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“Nosotros hasta ese momento tampoco es que hubiéramos ejercido ningún tipo de periodismo ni nada por el estilo. Pero el hecho de que nosotros hubiéramos tenido algo de eso, digamos que le dio a ellos la coartada perfecta”.
Para él, ninguna de sus acciones merecía un trato de esa índole.
Los jóvenes fueron detenidos mientras tomaban el desayuno en un café cercano al hostal del Vedado donde paraban, cerca de las 8 a.m. del miércoles.
Los agentes les pidieron los pasaportes y los transportaron en un auto hasta una oficina de emigración donde pasaron poco más de 24 horas, hasta su expulsión del país.
“Estábamos asustados. No quería que me separaran de mi novia y los agentes sólo se limitaban a hacernos preguntas de quiénes éramos y qué hacíamos”.
Pero la situación que más les incomodó fueron las numerosas evasivas a sus peticiones de comunicación con la embajada de Colombia en La Habana.
“Nos incomunicaron y nosotros no tuvimos mucha comunicación con ellos, básicamente estuvimos hablando con el eslabón más bajo de la cadena. Ellos siempre omitían cualquier tipo de responsabilidad. Siempre decían que estaban cumpliendo órdenes. No nos informaron absolutamente nada de lo que estaba pasando”.
Abandonados
Los jóvenes, asustados y sin ningún tipo de ayuda, se sintieron abandonados cuando los funcionarios castristas les afirmaron que su embajada decidió no hacer nada por ellos, algo que le resultó incoherente.
“Nosotros estamos muy bien conectados desde la cancillería hasta un alto nivel del Gobierno para sacarnos. De hecho nosotros, en algún momento, notamos el cambio en la actitud de ellos, en el trato. Al principio fueron como más duros y ya después como más queridos”.
No lo supieron hasta que se encontraron por coincidencia con Rosa María Payá a punto de abordar el avión, pero mientras permanecían detenidos, su padre, el ingeniero civil Alfonso Cruz, había pedido por redes sociales la mediación del presidente colombiano Juan Manuel Santos, y sus amigos diplomáticos también movían sus contactos.
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Juan Camilo y su novia fueron conducidos al aeropuerto José Martí por agentes de emigración y llegaron en la noche del jueves a Bogotá, en un vuelo de la aerolínea Copa, con escala en Panamá.
Esta acción fue sólo uno de los tantos movimientos desesperados que realizó el régimen comunista para evitar la entrega del Premio Oswaldo Payá: Libertad y Vida, que prometía contar con la presencia del secretario general de la OEA, Luis Almagro, a quien le fue denegada la entrada al país junto con otros diplomáticos.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Martí Noticias
