La lealtad y la dedicación al trabajo no fue bien recompensada para los escoltas del difunto dictador cubano Fidel Castro.
De acuerdo con el periodista Juan Juan Almeida, cerca de 50 hombres que trabajaban en la seguridad personal del ‘comandante’ fueron jubilados por Raúl Castro y prácticamente olvidados por la ‘revolución’ que un día juraron defender.
Almeida entrevistó a uno de ellos, quien desde el anonimato, asegura que al pasar al retiro, el régimen sólo les ofreció bajas compensaciones económicas y un auto Gelly CK que ya están descontinuados en Cuba tras ser usados como transporte en el sector turístico.
Para palear la crisis, los escoltas, que un día defendieron a capa y espada al dictador, fungen como boteros en varios hoteles de prestigio de la capital.
Solo hay que acercarse al parqueo de los hoteles Meliá Cohíba o Meliá Habana y preguntar, para encontrar en calidad de botero a varios de los ex escoltas del ex mandatario cubano.
Aseguran que, además, otro grupo de estos mismos guardaespaldas, ahora desempleados, planifican agruparse para solicitar licencias que les permita organizar una cooperativa de cuentapropistas que brinde servicios de seguridad a las personalidades y artistas de moda que visitan el país.
Hasta las casas de Fidel
De acuerdo con Almeida, la seguridad personal del dictador no es lo único que están destruyendo. Una de las residencia de Fidel Castro en el Vedado conocida como “la 11”, también está siendo desmantelada poco a poco.
El apartamento, localizado en el 3er piso de Calle 11 #1007 entre 10 y 12, que años sirvió como una especie de Bunker para el guerrillero, se le han sustraído todas sus pertenencias.
El inmueble en cuestión fue una de las tres residencias, donde vivió oficialmente el ex mandatario cubano; y aunque hacía varias décadas no visitaba el lugar, desde 1976 y hasta el día de su muerte continuaba figurando como su domicilio legal.
“El muerto al pozo y el vivo al gozo. Todo lo que huele al viejo, lo están desmontando. En el caso de 11, la dirección del país nos envió un mensaje: están por decidir, entre la demolición total o una radical remodelación del edificio porque si lo dejan así, el lugar pudiera despertar el apetito de la masa ávida de chismes; y ustedes, serán reubicados”, dice el ex escolta de Castro.
Actualmente en el edificio sólo quedan 5 escoltas, quienes esperan por su posible jubilación.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Juan Juan Almeida – Martí Noticias
