Actualmente, Argentina padece uno de los males más terribles que afectan la calidad de vida de la mujer en este país, el notorio incremento de la violencia de género y de los feminicidios vinculados.
Y es que en Argentina no solo muere una mujer cada 30 horas como víctima de la violencia de género, sino que se han duplicado los asesinatos en el círculo íntimo de la víctima. Son los llamados feminicidios vinculados.
Recientemente se vivió en aquel país dos espeluznantes sucesos: la conocida como “Masacre de Hurlingham”, donde un hombre asesinó a su expareja y otros cinco integrantes de la familia; y otro caso en el que el acosador de una adolescente le disparó mientras paseaba con amigas, acabando con la vida de dos de ellas.
Víctimas del machismo, las cifras de muertes se han incrementado significativamente en el país austral. Mujeres, niños y adultos, fallecen, producto de que en muchas oportunidades quedan en la línea de fuego que el hombre perpetra en contra de la mujer.
Redacción CPEM | Con información de EFE