El régimen cubano alardea a través de los medios oficialistas de haber recuperado cerca del 86 por ciento de las viviendas afectadas por el huracán Matthew en pasado mes de octubre de 2016.
De acuerdo con cifras ofrecidas por el diario Granma, durante el paso del fenómeno sufrieron cerca de 42 mil viviendas y dos mil instituciones, las cuales ya han sido recuperadas.
Sin embargo, la realidad en los poblados de Baracoa y Maisí, en Guantánamo, es totalmente diferente.
Desde hace semanas, los vecinos denuncia la falta de servicios, ayuda por parte de los funcionarios, una creciente ola delictiva y corrupción alrededor de la venta de materiales para la reconstrucción de viviendas.
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La denuncia más reciente se trata del asentamiento de una banda de delincuentes que mantiene al poblado de Baracoa y sus alrededores con temor, a pesar de que la zona se encuentra militarizada para evitar que los opositores ingresen a prestar ayuda a los damnificados.
Otras de las irregularidades que se vive es la de los recursos para edificar las casas afectadas.
Según los vecinos, los funcionarios venden los productos sin ningún tipo de consideración a pesar de que la mayoría de los materiales fueron donados por otros países, como es el caso de las Petrocasas enviadas por el régimen venezolano.
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Casos como estos envuelven la miseria a la que están siendo sometidos los pobladores de Guantánamo, especialmente Maisí y Baracoa, los poblados más golpeados por el huracán Matthew.
Más allá de realizar planes de recuperación eficientes, el régimen utiliza su aparato comunicacional para desinformar y ‘desmentir’ las realidad que los disidentes y periodistas independientes reflejan a través de sus testimonios.
Redacción Cubanos por el Mundo