La medicina cubana es muy alabada por varios mandatarios de América Latina que comulgan con el llamado socialismo de Cuba. Pero más allá de su capacidad para tratar distintos males, estos “amigos” del régimen de los Castro acuden a la Isla por su particular hermetismo al momento de tratar sus enfermedades.
Reseña el portal mexicano Crónica, que desde el 2003, quedó prohibida la divulgación de imágenes del dictador Fidel Castro sin previa autorización de un departamento especializado o la Seguridad del Estado.
Esto se debe a que en ese tiempo, la salud del dictador se veía comprometida.
Desde entonces, Cuba ha sido el bastión de los presidentes comunistas que buscan tratarse enfermedades sin hacerlas públicas, tal como lo sucedido con Hugo Chávez, ex presidente de Venezuela, que hasta los momentos se desconoce si falleció en la Isla tras su intervención o murió en Caracas tres meses después.
Lo cierto es que tras Chávez, otros copiaron su idea para asegurar su confidencialidad.
El actual presidente venezolano Nicolás Maduro; el boliviano Evo Morales, el ex jefe de estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el nicaragüense Daniel Ortega, el ecuatoriano Rafael Ortega, el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, e incluso el líder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, recibieron tratamiento en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ), y la verdad sobre sus enfermedades han quedado en el misterio
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Sólo rumores
Un ejemplo claro es Fidel Castro, quien a pesar de la lluvia de rumores que surgieron sobre su enfermedad y que incluso le dieron por muerto en varias ocasiones, el gobierno de La Habana siempre mantuvo el historial médico de Castro “bajo candado” y lo conserva como un secreto de Estado.
En febrero del 2006 los rumores sobre una enfermedad irreversible que aceleraría la muerte de Fidel se dispararon cuando éste comunicó su renuncia definitiva a cargos de elección dentro del gobierno y del Partido Comunista por razones de salud. Cedió el poder a su hermano Raúl, quien también ha guardado silencio sobre el mal que privó de la vida al comandante.
Fidel siguió asesorando a su hermano desde su residencia. A pesar de que en el mundo especialistas conjeturaban que el líder cubano padecía cáncer, apoplejía e incluso que estaba muerto. Nunca se aclaró qué padecía y no hay certeza de que haya sido realmente ese mal el que lo privó de la vida.
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El gobierno cubano en un reporte oficial comunicó que Fidel murió el 25 de noviembre de 2016, a los 90 años, por diverticulitis de colon, una inflamación de los divertículos, protuberancias en el tramo final del intestino.
Otro famoso que ha viajada a la isla y quien podría decirse hijo adoptivo de Cuba es el ex futbolista argentino Diego Armando Maradona, quien ha viajado con periodicidad a La Habana para atenderse.
Esto deja por sentado la magnitud de estos “amigos” del régimen por intentar copiar a pie de la letra todo lo hecho por Fidel Castro durante su vida como “revolucionario”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de Crónica
