Durante años la edificación del Parque Deportivo José Martí, en silencio, pedía ayuda. La estructura se favorece ahora de una inversión por parte del régimen para recuperar sus áreas, que por años, se convirtieron en hogar para los más golpeados por la crisis que no tienen casa pero a la vez un peligro ante un posible derrumbe.
Estos días el lugar recibe obreros, ingenieros y maquinaria pesada para los trabajos. Al lugar, en 1940 llegaban niños y atletas. Unos por ejercicio y otro de paseo. Una grada para más de tres mil espectadores, en el estadio, servía para ver las actividades deportivas que allí se albergaron en otrora o las maravillas del mar.
Contaba con piscina, gimnasio, estadio, parqueo, área infantil, tabloncillo para baloncesto y vóleibol, este último tenía una grada que podía sostener a más de mil espectadores.
En el año 2000 las autoridades de la Dirección de Higiene y Epidermiología de Salud Pública, en conjunto con la Dirección de Construcción y Reparación de Inmuebles decretaron ya que constituía un peligro para la vida, por su avanzado deterioro.
Según declaraciones a medios oficialistas de la isla, entre las tareas a cargo de los Servicios Especializados de la Construcción (SECONS) bajo dirección de la Constructora Caribe. Una de las primeras acciones a ejecutar es levantar, de nuevo, las cercas perimetrales, con postes de polímeros reforzados resistentes a la corrosión y que ofrecen una menor resistencia a las olas del mar.
Los vestidores para atletas, los baños, y la cafetería que se ubican debajo serán completamente remozados.
Redacción CPEM / Con información 14yMedio
