Entre Donald Trump y su muro para separar a Estados Unidos y México se define una barrera: las expropiaciones. Para poder llevar a cabo su polémico plan el actual presidente de Estados Unidos tendría que concretar el proceso de expropiación de tierras iniciado con el envío de cartas informativas a los propietarios.
La decisión de los propietarios condiciona y vuelve cuesta arriba la posibilidad de que Trump cumpla con una de sus célebres promesas electorales. Según Anthony L. Francois, directivo de la Fundación Legal del Pacífico y experto en expropiaciones el principal problema con el que se encuentran estos procesos es con la cantidad de dinero que dispone el gobierno para ofrecerle a los propietarios.
“El problema casi siempre consiste en la cantidad de dinero que el gobierno ofrece como compensación a los dueños de estos terrenos… Por lo general siempre quieren pagar poco” comentó el experto.
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“A precio justo”
Trump no ha temido declarar- y reafirmar- públicamente su intención de construir un muro para detener la inmigración indocumentada y el tráfico de drogas pero sería precisamente la población fronteriza de Los Ébanos (Texas) su punto de tropiezo. Es allí donde los propietarios de terrenos próximos a la línea fronteriza han sido notificados de la intención de la actual administración de comprar “a precio justo” parte de sus tierras, para poder iniciar la obra.
Según reseña EFE, uno de sus propietarios, Aurora Flores, busca asesoría legal para explorar sus opciones por considerar “muy poco” los casi 3 mil dólares que le ofrecieron por uno de los veinte acres de su propiedad de interés para el gobierno estadounidense. Comentó además que la propiedad ha pertenecido a su familia durante varias generaciones por lo que una venta dividiría su propiedad y dejaría una parte de ella” inservible e inaccesible”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de EFE
