Una fuerte sequía azota a Cuba, la Isla que paradójicamente no puede enfrentar la crisis hídrica a pesar de estar rodeada de ella.
Este fenómeno, es uno de los más fuertes registrado en más de medio siglo. Sus embalses se encuentra en una capacidad del 39 por ciento, lo que ha llevado a racionar el vital líquido afectando a gran parte de la población.
Santiago de Cuba, provincia costera al sur-oriente del país, es una de las más afectadas por esta medida, que además de afectar a sus ciudadanos, también repercute negativamente en la industria y la agricultura.
De acuerdo con un reporte del portal 14ymedio, en esa provincia más de 600 mil personas deben abastecerse en ciclos que comprenden entre 17 a 20 días sin el servicio de agua.
Aparte, un 81 por ciento de las áreas agrícolas no están recibiendo el agua necesaria para sus riegos. A esto se le une que al año uno tres mil 400 millones de metros cúbicos de agua se pierden por el mal estado de las tuberías.
José Antonio Hernández, director del departamento de Uso Racional del Instituto de Recursos Hidráulicos., afirmó que al menos 11 provincias están por debajo del 50 por cieto de llenado de sus presas, otras ni siquiera llegan al 25 por ciento.
Ciego de Ávila es uno de los casos graves, donde el agua apenas cubre el 15 por ciento en los embalses.
Sancti Spíritus también se nota un tanto alarmante, donde el embalse se encuentra al 14 por ciento de su capacidad, eso equivale a 146 millones de metros cúbicos.
“Desde que comenzaron las primeras manifestaciones de la sequía en el país, a mediados de 2014, se crearon grupos de trabajo para enfrentar este problema”, explica Hernández.
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Sin mejoras
A finales del año 2016, los embalses en todo el país acumulaban un total de mil 510 millones de metros cúbicos por debajo de la medida histórica, y a principios del 2017 a situación no mejoró.
Esto ha obligado a los cubanos a recurrir a las cisternas o pozos clandestinos de agua, ambos sin el tratamiento necesario para evitar enfermedades.
Otro de los problemas que se suman a la ya abultada crisis es la maquinaria con que se bombea el vital líquido.
Raydel Rojas, un santiaguero que recientemente emigró hacia la capital y entrevistado por 14ymedio, asegura que al menos allí el agua sale por la tubería, en su pueblo natal eso era un “lujo”.
“entra el agua un día sí y otro no me siento afortunado. En La Habana tengo mayor desenvolvimiento económico y hasta me puedo dar una ducha”
Hasta los momentos, el régimen cubano no ha enfrentado la crisis hídrica con responsabilidad. Una solución transcendental sería la instalación de plantas desalinizadoras que permitan surtir de agua las provincias costeras y de esa manera aliviar los embalses para destinarlos al interior del país.
Recientemente el gobierno de Rusia ofreció su apoyo para la construcción de estas plantas, pero el régimen no da respuesta.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de 14ymedio
