Pese al incremento de visitantes extranjeros, reanudación de negociaciones con otros países y el proceso de deshielo con Estados Unidos, Cuba cerró el pasado año con una expansión del 0,4% anual, lo que para la CEPAL, es una situación “particularmente difícil” en un ámbito internacional caracterizado por bajo crecimiento y debilitamiento del comercio exterior.
Y es que a la fecha, prácticamente todos los intentos económicos del castrismo se muestran fracasados, incluyendo, el proyecto de apertura y liberalización de la economía iniciado por Raúl castro, incluso, el propio Partido Comunista así lo admitió formalmente en su reunión de Abril de 2016. Actualmente,se están imponiendo nuevos controles de precios a la actividad privada, incluyendo a la agricultura y al transporte. una situación que ha venido desalentando el poco impulso a la actividad que de allí provenía.
Y ante esta realidad, muchos se preguntan qué le depara a Cuba en el ámbito económico en un futuro inmediato. Sobre todo considerando que la nación caribeña ha logrado sostenerse de una evidente dependencia de otros países, la URSS en su época y luego de Venezuela.
Sin embargo, hoy ambas opciones ya lucen inaccesibles. Lo más reciente, es el derrumbe de la economía venezolana que ha venido acelerando el impacto en la crisis económica cubana, que ya venia mostrando su inevitable fracaso.
Y es que la inversión extranjera que, ante el llamado del castrismo se esperaba que llegara en abundancia, es muy difícil que considere a un país antidemocrático en el que, por definición, no existe el “estado de derecho”. Lo que hace huir a los posibles inversores extranjeros que no se han precipitado hacia la isla, como algunos soñaron.
Y ante la incertidumbre política que priva en la isla, de cara a febrero del venidero año, donde Raúl castro ha prometido que dejará el poder, pareciera que los posibles inversores, prefieren dejar correr el tiempo, hasta avizorar un terreno un poco más seguro para sus posibles planes de inversión.
El todo es que, hasta la fecha, la economía cubana ha venido “flotando” entre idas y vueltas, y el padecer del pueblo se ha constituido en la manifestación inmediata del bajo nivel de vida y del severo impacto de unas promesas incumplidas por parte del régimen, un hecho que se hace aun más evidente en comparación con los países vecinos latinoamericanos.
No por casualidad, una encuesta realizada recientemente por la Universidad de Chicago, acaba de arrojar un resultado notorio, aunque no sorprendente: la mitad de los cubanos que fueron encuestados manifestó sin titubeos que, si pudieran irse de Cuba, lo haría sin mayores rodeos.
Redacción CPEM | Con información de lanacion
