Silvio Clark Morales, cubano residente en Miami señalado por el tráfico ilegal de mujeres provenientes de Cuba con fines de explotación sexual en Estados Unidos, decidió declararse culpable este jueves de 7 de los 19 cargos que tiene la fiscalía en su contra. El hombre, de 31 años de edad, llegó a un acuerdo con las autoridades de declararse culpable, ante la inminente condena de cadena perpetua que le esperaba.
A cambio, la fiscalía le propuso una sentencia de 30 años de privativa de libertad y una cancelación de 60 mil dólares como compensación para resarcir los daños, según se supo tras una audiencia en la corte federal del distrito sur de la Florida, reseña El Nuevo Herald.
Morales se había declarado inocente. Ahora decidió aceptar sus culpas, cabizbajo y saltando lágrimas, reconociendo que todo lo relatado por el fiscal Benjamin Widlanski durante la audiencia era cierto. Se espera que la sentencia se dé a conocer durante el mes de junio.
El interés por el caso se despertó en vista de que este sería la primera vez que en una corte federal se involucra a mujeres cubanas para la explotación sexual. Morales, alias “Jander” y “Silvito”, fue detenido durante el mes de septiembre de 2016, por ofrecer a sus víctimas trasladarlas de Cuba a Estados Unidos, con propuestas de trabajo como bailarinas en Miami, a cambio de 20 mil dólares, el supuesto costo de traslado ilegal desde Cuba a México. Cuando llegaban al país, el monto se incrementaba y las forzaba a trabajar como strippers y prostituirse para cancelar el monto de su multa.
Trascendieron durante la investigación, testimonios de episodios violentos, en los que el hombre amenazaba a las mujeres cubanas, golpeándolas inclusive y además amenazando a los familiares de las víctimas que permanecían en Cuba. La fiscalía informó además que Silvio les establecía “reglas” y controlaba “el movimiento y las comunicaciones de sus víctimas”. Las contactaba a través de Facebook y en uno de los casos, había dispuesto viajar personalmente a Cuba para buscar a una de ellas.
Gracias a las investigaciones, cuatro jóvenes, no mayores de 25 años, fueron rescatadas de un complejo de apartamentos en Allapattah, en el que vivían junto a Morales, por agentes federales, de la Policía condal y del grupo especial de tráfico humano de la Fiscalía Estatal de Miami-Dade. La denuncia incluye a otras dos víctimas aunque ninguna de ellas llegó a testificar ante la corte.
Morales enfrenta también la posibilidad de ser deportado a la isla, cuando cumpla lo que se espera sea una muy larga sentencia.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald
