Tras fuertes críticas por haber dado un ultimátum a los cubanos varados en su país, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, aseguró que los migrantes podrán seguir residiendo temporalmente en el país en albergues con condiciones “dignas”.
“El invierno ya está llegando, ¿en dónde va a vivir esta gente?”, se preguntó Varela en una rueda de prensa
El mandatario pidió a la Pastoral Social Cáritas, lugar que funciona como albergue temporal para los isleños, ofrecer condiciones adecuadas y no carpas en el jardín.
“Si la Iglesia los va a tener en Cáritas que los tenga en un albergue con capacidades permanentes y no en carpas en el jardín”
Cáritas Panamá, una organización vinculada con la Iglesia Católica, decidió responder a la crisis humanitaria de centenares de cubanos dándoles refugio en sus instalaciones.
Casi 300 cubanos permanecen refugiados en esos espacios a la espera de que se regularice su situación migratoria o puedan continuar su camino hacia Estados Unidos.
El presidente Varela además respaldó los gestos caritativos de Cáritas, asegurando que el respeta y valora tales acciones.
Anunció una reunión con autoridades eclesiásticas, que tendrá lugar este martes, para coordinar el apoyo a los migrantes cubanos.
Alivio
Por otro lado, el diácono Victor Berrio, director de Cáritas y un defensor a ultranza de los derechos del inmigrante, dijo sentirse aliviado con la decisión del presidente panameño.
“Es una victoria. Valió la pena luchar hasta el final”, dijo emocionado
Para Pedro Pelegrín, un joven migrante originario de Ciego de Ávila que lleva meses en Cáritas, las declaraciones del presidente son “un alivio en medio de tanta tragedia”.
“Nos mantenemos con mucha fe, creemos que alguna solución a nuestro caso llegará”, dice esperanzado.
Berrío ha defendido a los cubanos desde hace meses y se enfrentó a las autoridades migratorias que exigen el cumplimiento de la ley.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald
