No todas las personas tienen la valentía para asumir algunos riesgos y más cuando se trata de introducir las manos sin protección alguna en un agujero, donde no se sabe a ciencia cierta qué se puede encontrar en las profundidades de la tierra.
Este es el caso de un granjero de Sudáfrica que colaboró con sus amigo para sacar un molesto nido de serpientes que había en su propiedad.
El valiente granjero, Cor Viljoen, extrajo varios puñados de crías de pitón que se retorcían y apegaban a sus manos y seguidamente, las colocó en una caja de plástico.
Redacción CPEM